El Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio, 1936-2025) conocido por su enfoque pastoral y humildad, implementó cambios significativos en el ritual funerario papal. Tradicionalmente, los papas eran enterrados en tres ataúdes: uno de ciprés, otro de plomo y un tercero de roble. Francisco eliminó esta práctica, optando por un único ataúd de madera con revestimiento interior de zinc.
Antes de las reformas del papa Francisco, en el primer féretro, junto a los restos del sumo, se colocaban medallas y monedas acuñadas durante su pontificado, incluida la estola de lana blanca, símbolo de jurisdicción.
Después, el sarcófago de ciprés era colocado en otro de zinc para ser sellado. Finalmente, la caja con los debidos sellos era introducido en otro ataúd de madera y llevado a las Grutas del Vaticano, una práctica que se derogó en noviembre 2024.
Además, modificó el procedimiento de verificación de la muerte, trasladándolo de la habitación del difunto a una capilla privada. El cuerpo será colocado directamente en el ataúd y expuesto para la veneración de los fieles, eliminando la tradicional colocación sobre un catafalco.
Elección de la Basílica de Santa María la Mayor como lugar de sepultura del papa Francisco
Contrario a la tradición de enterrar a los papas en las Grutas Vaticanas, Francisco expresó su deseo de ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Esta decisión refleja su profunda devoción a la Virgen María y su conexión con el ícono de la Salus Populi Romani, ubicado en dicha basílica.
La Basílica de Santa María la Mayor, construida en el siglo V, es una de las cuatro basílicas papales de Roma y alberga importantes reliquias, como la Sagrada Cuna de Jesús. Francisco visitó este lugar antes y después de cada viaje internacional durante su pontificado, reforzando su deseo de descansar allí eternamente.
Motivaciones detrás de las reformas funerarias del papa Francisco
Las reformas introducidas por el Papa Francisco buscan hacer que los actos protocolarios sean menos ceremoniosos y más accesibles para los fieles. Estas modificaciones reflejan su deseo de que las exequias papales sean un auténtico reflejo de la fe en Cristo resucitado y estén alineadas con las realidades contemporáneas.
El Papa Francisco, a través de estas reformas, deja un legado que enfatiza la sencillez, la humildad y una profunda conexión con la fe y la tradición mariana. Su elección de ser enterrado fuera del Vaticano y los cambios en el ritual funerario papal marcarán un precedente en la historia de la Iglesia Católica.
El féretro será expuesto a partir del miércoles 23 de abril en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan despedirse de él. La fecha del funeral la decidirán los cardenales; en principio, entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento.
¿De qué murió el Papa Francisco?
La salud del jesuita argentino, líder de la Iglesia católica desde 2013, pendía de un hilo desde hacía meses. Estuvo hospitalizado 38 días por una grave neumonía hasta el 23 de marzo. Debilitado, participó el domingo 20 de abril en la celebración de la Pascua en el Vaticano.
Según la Santa Sede, Francisco murió en la residencia de Santa Marta, donde vivía, y su cuerpo será colocado en un féretro en la capilla de esa residencia para el “rito de certificación del deceso”.