Este lunes 21 de abril de 2025, el mundo recibió la noticia de la muerte del Papa Francisco, a los 88 años de edad. El líder de la Iglesia Católica, nacido Jorge Mario Bergoglio, dejó un legado de sencillez, cercanía y compromiso con los más necesitados. Su muerte no solo fue motivo de luto en el ámbito religioso, también en el deportivo, donde figuras como Lionel Messi expresaron su pesar con sentidas palabras.
Desde su cuenta de Instagram, el capitán de la Selección Argentina y actual jugador del Inter Miami escribió:
“Un Papa distinto, cercano, argentino... QEPD Papa Francisco. Gracias por hacer del mundo un lugar mejor. Te vamos a extrañar”.

El mensaje fue acompañado por una fotografía tomada en 2013 durante la visita de Messi al Vaticano, cuando fue recibido por el Papa poco después de su nombramiento. En ese encuentro, el futbolista le entregó un pequeño olivo, símbolo de paz, en un gesto que selló una conexión especial entre ambos.
Un papa futbolero que admiraba a Messi
El Papa Francisco fue, sin duda, el pontífice más futbolero de la historia moderna. Hincha declarado de San Lorenzo de Almagro, club del que era socio honorario desde niño, nunca ocultó su pasión por el balompié.
Durante su pontificado, Francisco recibió en el Vaticano a leyendas como Diego Armando Maradona, Gianluigi Buffon, Zlatan Ibrahimović y, por supuesto, a Lionel Messi. El argentino no solo representaba la excelencia deportiva, sino también una figura de humildad y profesionalismo que el Papa admiraba profundamente.
Messi, en respuesta a esta cercanía, envió al Vaticano camisetas autografiadas de los equipos en los que jugó: Barcelona, Paris Saint-Germain e Inter Miami. En 2021, tras recibir la camiseta del PSG, el Papa le dedicó unas palabras que reflejaron su estilo directo y sin pretensiones:
“Gracias por la cercanía, gracias por el testimonio y que no se te subieron los humos a la cabeza”.

La relación entre Messi y Francisco no fue una simple anécdota entre un ídolo del deporte y un líder religioso, fue un vínculo basado en la admiración mutua, la fe compartida y el orgullo de sus raíces argentinas.
El primer encuentro oficial entre ambos tuvo lugar en 2013, en el marco de un partido amistoso entre las selecciones de Argentina e Italia, organizado en honor al recién elegido Papa. Francisco recibió a los equipos en el Vaticano, donde ofreció un mensaje de unidad y los alentó a promover el respeto dentro y fuera del campo de juego.
Aquel encuentro fue especialmente simbólico para Messi, quien afirmó en su momento que fue un honor conocer al Papa y que “su humildad lo hace grande”.
La imagen de Francisco recibiendo camisetas, sonriendo al lado de jugadores o hablando de la nobleza del deporte quedará grabada para siempre en la memoria de los aficionados.



