El jugador más alto de la NBA regaló pollo frito a miles de fans rivales al fallar tiro a propósito

Se terminó la temporada regular de la NBA después de 82 partidos, pero lo más divertido del último día de actividades lo dejó el inigualable Boban Marjanovic, el enorme y carismático jugador de los Houston Rockets, quien se convirtió en el cómplice de toda la afición rival de Los Angeles Clippers para que comieran pollo frito gratis.

Con 4:44 restantes en el último cuarto de la victoria de Houston por 116-105 sobre los Clippers, Boban Marjanovic fue a la línea de libres para ejecutar dos tiros. Un buen lanzador de tiros de castigo con un 76.4% de efectividad en su carrera, el europeo falló el primero y fue entonces que la fanaticada de Los Ángeles comenzó a hacer ruido para buscar distraerlo.

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¿Por qué? Porque, más allá de ser del equipo rival, en la arena de los Clippers anunciaron que si algún jugador de los Rockets fallaba sus dos tiros libres consecutivos, regalaría pollo frito a los espectadores. Y el gran Boban falló a propósito su segundo tiro para que todos recibieran su comida gratis.

Marjanovic, a quien también se le conoce cariñosamente como “Bobi”, se hizo un gesto y le dijo a la multitud: “Esto es de mi parte”. El jugador de 2.24 metros (misma estatura de Victor Wembanyama, los más altos de la liga) falló el segundo tiro cuando la multitud se volvió loca y el de Houston levantó los brazos en señal de celebración.

Los Rockets ganaron el último partido de la temporada regular, en el que los Clippers, cuarto favorito, descansaron a los jugadores estrella Kawhi Leonard, Paul George, James Harden y Russell Westbrook en anticipación de su enfrentamiento de primera ronda de Playoffs contra los Dallas Mavericks el 21 de abril.

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Marjanovic ha ganado adeptos allá donde ha ido, a lo largo de sus nueve años en la NBA. Después de firmar con los San Antonio Spurs como novato en 2015, ha pasado por Detroit, Los Ángeles (Clippers), Filadelfia y Dallas. También es conocido por su comportamiento alegre y sus travesuras tontas.

Mientras estuvo en los Pistons durante la temporada 2016-17, él y el delantero Tobias Harris comenzaron una amistad bien documentada, que abarcó tres equipos diferentes y resultó en que los dos se convirtieran en destacados vendedores de bocadillos Goldfish.