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“No te rajes, hijo”: Kevin Álvarez, de recibir un cruel golpe con 6 años a jugarse la vida con el Tri en Qatar

La familia es el principal soporte en la carrera de Kevin Álvarez.

El lateral derecho del Tri juega en Qatar 2022 por la memoria de su padre

Esta noche en Lusail, la Selección Mexicana se juega la vida ante Arabia, en el que quizá sea su partido más importante en los últimos 44 años, poca presión si hablamos de Kevin Álvarez.

A Kevin, el jugador más joven (23 años) de la segunda Selección más veterana del Mundial, ya pocas cosas le perturban o le asustan, y con justa razón pues él jugó su partido más bravo con tan sólo seis años de edad.

En un giro cruel e inesperado de la vida, el menor de la familia Álvarez Campos perdió a su padre Felipe de Jesús Álvarez Jiménez mientras éste hacia una de las dos cosas que más le apasionaba: jugar al futbol.

Y es que la otra también iba de la mano, es decir: velar por la felicidad de su familia e impulsar los sueños de sus tres hijos enlazados al futbol. Con el más pequeño de ellos con un aura diferente, el que ya debutó en un Mundial y ante la Argentina de Lionel Messi.

“Yo creo que todos estos momentos siempre se los dedica a su papá. Es imposible que no se hable de él, porque está con nosotros todo el tiempo, él fue el que lo motivó a estar ahí y es a quien se pega siempre que termina sus partidos.

“A su papá le pide que no lo lastimen en la cancha. Se aferra a él, a ese gran hombre que fue su padre y que vio truncada su carrera futbolística, sin embargo, aunque mis hijos tenían una edad muy corta, les dedicó lo mejor de su vida”, dijo Norma Angélica Campos, mamá de Kevin en entrevista para FOX Sports.

En su casa le describen como alguien imperturbable, responsable, pero a la vez despreocupado porque probablemente la etapa más difícil y dura de su vida ya la pasó. Ni si quiera la soledad pudo con él cuando se fue a vivir a Pachuca para iniciar en las Fuerzas Básicas de los Tuzos.

“Kevin es muy competitivo. Hace poco estábamos jugando a la matatena en casa y él no se permitía perder, él nunca está listo para perder, quería ganarnos a mí y a sus hermanos.

“Con Kevin pasaba algo, porque hubo momentos en su club donde él sentía que ya tenía algo para demostrar, llenarle los ojos a los entrenadores y los directivos, pero a veces ellos no necesitan eso. Entonces es tratar de controlar esa desesperación y ese desanimo de que a veces no salía a la banca o no jugaban ni con una, ni con otra categoría.

“Él me hablaba llorando, y yo le decía que no se permitiera que le quitaran su día, que se mantuviera aprendiendo de todos, de sus maestros, sus entrenadores. Le dije: ‘No rajes, cuando la oportunidad te llegue, tú vas a estar ahí, pero no rajes’”.

Y no rajó, hace un mes, Kevin estaba en el Estadio Hidalgo levantando su primer título de Liga MX con Pachuca. Hoy por la noche, estará disputando probablemente uno de los partidos más importantes de su corta carrera ante Arabia Saudita por el pase a Octavos de Final.

“Alguna vez el papá de Kevin me lo dijo en una cancha: ‘Yo a Kevin es al que le veo más posibilidades de los tres’, yo no ese momento no lo entendía, pero ahora me doy cuenta de que lo vio mucho antes que nosotros, él ya lo veía aquí en Qatar”.