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Union Berlón: La UEFA sancionó al club alemán con un cierre parcial de su estadio por la conducta antisemita mostrada por algunos aficionados hacia los seguidores del equipo israelí Maccabi Haifa.
La UEFA informó que había concluido sus procedimientos disciplinarios hacia el Union “por el comportamiento racista de sus aficionados” durante el encuentro ante el Haifa por la Liga Conferencia de la UEFA disputado en el Estadio Olímpico de Berlín el 30 de septiembre.
Era el primer partido de fútbol que involucraba a un equipo israelí en el estadio construido para los Juegos Olímpicos de 1936 en la Alemania nazi.
La UEFA ordenó al Union que cierre los sectores 13 y 14 del estadio “asignados para los aficionados locales” para su siguiente partido del torneo --ante el club holandés Feyenoord el jueves-- y que coloque una pancarta con la frase “#NoAlRacismo” y el logo de la UEFA en esos sectores.
UNION BERLIN: CERO TOLERANCIA
Union Berlin, de antemano, había identificado a un individuo entre quienes lanzaron insultos antisemitas a los seguidores del Haifa y lo vetó del estadio y las instalaciones del club por tiempo indefinido. El conjunto alemán indicó que también contactó a la federación alemana de fútbol a fin de que el hombre, al cual no identificó por su nombre, no pueda ingresar a ningún estadio del país.
“No hay ningún tipo de tolerancia para la discriminación en el Union Berlin”, señaló el presidente del equipo, Dirk Zingler, quien consideró que fue un acto de abuso “vergonzoso e intolerable”.
De las 23.324 personas presentes en el estadio para el partido, el cual ganó 3-0 el Union, alrededor de 1.000 eran seguidores del Maccabi.
La Red Fare, que combate la discriminación en el fútbol, afirmó que los “testigos de la escena vieron con estupor los niveles de antisemitismo” en el partido, y exhibió fotos de un seguidor de Union que hacía el saludo nazi y gritaba insultos hacia los visitantes.
Otro hombre al fondo de una de las fotografías también hace el saludo nazi, el cual se hace con el brazo derecho extendido, es ilegal en Alemania y se castiga con cárcel.
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