Serena Williams acusa al árbitro de "ladrón", pierde el control y el título del US Open

Una jornada para el olvido fue la que vivió la norteamericana Serena Williams tras perder 6-2 y 6-4 en la final del US Open ante la japonesa Naomi Osaka. Una fuerte discusión con el árbitro del partido, que le costó una amonestación y un punto perdido, terminó descontrolando a la jugadora que acusó a Carlos Ramos de "ladrón".

"No me puedo sentar aquí y decir que me equivoqué por llamar ladrón al juez de silla, cuando en ese momento sentí que me había quitado un juego. He visto a tenistas masculinos llamar a árbitros cosas peores", señaló Williams en la rueda de prensa posterior al encuentro más polémico que se haya visto en canchas neoyorquinas.

La exnúmero uno del mundo agregó que "no sé si el árbitro jugó un papel decisivo en el resultado del partido. Naomi estaba jugando a un nivel de tenis muy bueno y yo no me estaba encontrando cómoda en la pista. Creo que he jugado muy lejos de mi mejor nivel y eso ha influido en el devenir del encuentro".

"No sé ni cómo me siento en estos momentos pero estoy muy triste de caer en una nueva final de Grand Slam y de hacerlo aquí en Nueva York delante de mi público. Necesito centrarme y pensar en las cosas positivas que he conseguido en estas dos últimas semanas", indicó Serena Williams.

Además, entró en una nueva polémica, esta vez con su entrenador Patrick Mouratoglou a quien acusaron de hacerle coaching durante el encuentro. "No sé por qué ha dicho a los medios que sí lo realizó. Entre él y yo no tenemos códigos ni nada por el estilo. A lo mejor él me estaba haciendo con gestos algo que no le estaba gustando, pero no le estaba prestando atención. Como ya he dicho, no tenemos ningún tipo de códigos mientras estoy en la pista", dijo.