La polémica no deja de perseguir a Neymar. Aunque volvió a las canchas con el pie derecho, causó malestar a la afición en cuestión de minutos.
Los ultras del Paris Saint-Germain expresaron su descontento con el brasileño abucheándolo en repetidas ocasiones; pero eso fue apenas el comienzo.
Y es que la relación entre las partes se tensó todavía más cuando el delantero anotó. ‘Ney’ celebró el gol colocando su dedo índice sobre sus labios, una indicación con la que tradicionalmente se pide ‘silencio’.