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La frase: “Todos tenemos dos vidas: la segunda comienza cuando nos damos cuenta de que sólo tenemos una”, le queda como anillo al dedo a Maxx Crosby, ala defensiva de los Raiders.
Llegó a la NFL en 2019, al ser tomado por el ahora equipo de Las Vegas en la cuarta ronda, pero para ese entonces la historia del defensivo ya se dividía entre la NFL y su alcoholismo.
Fue tal el caso, que el propio Crosby definió su año de novato en la NFL como ingobernable, pues todo circulaba entres fiestas y el alcohol, ese mismo problema que también dañó a su familia durante muchos años.
En su temporada de novato, Crosby sorprendió a toda la Liga al lograr 10 capturas en 16 juegos, cuatro de ellas en un duelo ante los Cincinnati Bengals, la mayor cantidad para un raider desde que lo logró Khalil Mack en 2015.
Crosby tenía todas las credenciales y el talento para explotar, pero el alcohol le mantenía sólo como una promesa.
Algo cambió para la temporada 2020, cuando la pandemia de coronavirus le pegó a la NFL y al propio Maxx.
Crosby entró por voluntad propia a un programa para mantenerse sobrio en marzo de 2020, duró un mes y no fue sencillo pues el ala defensiva cayó en depresión y lapsos de ansiedad durante ese primer año.
El propio jugador habla de que la ayuda de su familia, equipo y sus compañeros Solomon Thomas y Darren Waller fueron vitales para mantenerse sobrio y mentalmente fuerte.
Thomas sufrió la pérdida de su hermana Ella a causa de suicidio en 2018 y tres años más tarde llegó a los Raiders como agente libre procedente de los San Francisco 49ers.
Waller también declaró abiertamente su alcoholismo, aunque hoy en día ya está rehabilitado.
La de 2020 fue una temporada difícil para Crosby, quien además se contagió de coronavirus en agosto de ese año. El ala cerrada apenas consiguió 20 tacleadas y 7 capturas.
El trabajo mental que realizó Crosby, con el apoyo de Thomas, Waller y su familia, se vio reflejado no sólo en su vida diaria, sino también en el emparrillado.
Un año más tarde, la vida le sonrió otra vez. El defensivo logró ocho capturas y 26 tacleadas en 2021, números que le valieron para ser elegido al Pro Bowl y firmar un nuevo acuerdo con los Raiders por cuatro temporadas y 98.9 millones de dólares.
Maxx hoy en día ya cuenta dos años sobrio, su alcoholismo es pasado y en la NFL ya se sienta en la mesa de los mejores defensivos, donde siempre proyectó, desde ese año de novato.