Gareth Bale sufrió un golpe frente a Osasuna y le diagnosticaron un esguince en el dedo meñique de la mano derecha.
El galés entrenó con una protección, por lo que su participación frente al Celta no se vería comprometida.
Gareth Bale sufrió un golpe frente a Osasuna y le diagnosticaron un esguince en el dedo meñique de la mano derecha.
El galés entrenó con una protección, por lo que su participación frente al Celta no se vería comprometida.