Los Lions destituyeron al gerente general Bob Quinn y al entrenador en jefe Matt Patricia, con lo que claudicaron en el intento de emular el éxito que ambos habían conseguido junto con Bill Belichick en New England.
La decisión anunciada el sábado difícilmente sorprende a alguien.
Detroit (4-7) perdió encuentros consecutivos por tercera vez en la presente temporada. Se derrumbó en el partido del Día de Acción de Gracias, con una derrota como local por 41-25 ante los Texans.
Y en su compromiso anterior, los Lions fueron dejados en cero por primera vez en 11 años, como visitantes en Carolina.
— Detroit Lions (@Lions) November 28, 2020
Los tropiezos hicieron que Patricia cayera a 13-29-1 en dos campañas completas. El registro de Quinn es de 12 partidos por debajo de .500 a lo largo de cinco temporadas.
Quinn, quien fue parte del departamento de personal de los Patriots durante 16 años, recibió su primera oportunidad de ocupar una gerencia en la NFL en enero de 2016. Originalmente decidió darle continuidad al entrenador Jim Caldwell, y Detroit llegó a los playoffs.
Pero a la campaña siguiente, otra marca de 9-7 no bastó para que los Lions avanzaran a los playoffs, y Caldwell fue despedido.
Cuando ello ocurrió, Caldwell acumulaba un récord de 36-28 en cuatro campañas y uno de 0-2 en los playoffs. Quinn dijo entonces que el equipo buscaba a un entrenador capaz de conducirlo al siguiente nivel.
— Detroit Lions (@Lions) November 26, 2020
Patricia lo llevó varios niveles más abajo. Ambos están ahora desempleados.
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