Los San Francisco 49ers vencieron 42-38 a los Chicago Bears en el Sunday Night Football de la Semana 17, consolidándose como contendientes al primer sembrado de la NFC, en lo que fue posiblemente el partido del año en lo que va de la temporada regular de la NFL.
Intercambio de golpes desde el silbato
El juego arrancó con gran intensidad: en la primera jugada, el linebacker T.J. Edwards interceptó al mariscal Brock Purdy y lo retornó 34 yardas hasta la zona de anotación, adelantando a los Bears con un pick-six apenas 15 segundos después del kickoff.
La respuesta demoledora de San Francisco
Los 49ers reaccionaron de inmediato y anotaron en seis de las siguientes nueve posesiones. Brock Purdy se lució con tres pases de touchdown y dos anotaciones por tierra, incluyendo una jugada de fantasía con Kyle Juszczyk. Su actuación fue consagratoria: 303 yardas por aire, tres TDs y dos acarreos hasta las diagonales.
Un duelo ofensivo memorable
El duelo se convirtió en un espectáculo ofensivo sin precedentes. Caleb Williams, quarterback de los Bears, respondió con autoridad al lanzar para 330 yardas y dos touchdowns, además de guiar un ataque que empató el marcador varias veces (7‑7, 14‑14, 21‑21, 28‑28 y 35‑35). Williams hizo historia con múltiples pases de anotación de más de 30 yardas.
Decisión final en los últimos minutos
Con el marcador 38-35 a favor de Chicago y apenas cinco minutos por jugar, Purdy conectó con Jauan Jennings en un envío de 38 yardas para colocar a San Francisco al frente 42-38.
En los últimos segundos, los Bears buscaron un milagro, pero Yetur Gross-Matos presionó a Williams, frustró su pase y selló la victoria.
Implicaciones para la postemporada
Con este triunfo, los 49ers (12‑4) mantienen vivas sus aspiraciones de conseguir el primer sembrado y la ventaja de local en la NFC. En contraste, los Bears (11‑5), a pesar de haber ganado la división, vieron cómo se esfumó la posibilidad de liderar la conferencia.
