La exposición continua a ciertos entornos puede detonar padecimientos graves. Por ello, la Ley Federal del Trabajo (LFT) establece un marco de protección vital en su Artículo 513, reconociendo oficialmente una lista de 161 enfermedades profesionales, que entran en los Riesgos Laborales.
Tratar de tener un ambiente adecuado para desarrollar las actividades, es lo mejor para que haya productividad y ritmo, por lo que los empleadores deben estar pendientes a las condiciones y estado de salud de los trabajadores.
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¿Cuáles son las enfermedades catalogadas como Riesgo Laboral?
Esta tabla no es una simple referencia médica; constituye la base legal para que los empleados puedan justificar incapacidades o exigir indemnizaciones si su salud se deteriora a causa de su actividad profesional.
La normativa agrupa los daños basándose en el agente causante y la zona del cuerpo afectada. Entre las categorías más relevantes destacan:
- Sistema Respiratorio: Abarca desde la neumoconiosis (por polvos y humos) y el asma, hasta lesiones por inhalación de gases asfixiantes.
- Piel y Toxicidad: Incluye dermatosis por contacto con agentes químicos y cuadros de intoxicación severa por sustancias como plomo o mercurio.
- Enfermedades Graves: Se contemplan infecciones (bacterianas o virales), parásitos y diversos tipos de cáncer ocupacional derivados de la exposición industrial.
- Factores Endógenos: Un apartado crucial que reconoce la sordera (hipoacusia) y la neurosis, validando el impacto del estrés y el entorno mental en el trabajador.

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La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene la obligación legal de actualizar esta tabla periódicamente. Su misión es alinear la ley con los nuevos hallazgos de la Medicina del Trabajo para cubrir riesgos emergentes.
Conocer esta lista te permite identificar peligros “invisibles" en tu área y exigir a tu patrón las medidas de seguridad necesarias antes de que el daño sea irreversible.
