No cabe duda de que la Navidad es una de las épocas más mágicas y esperadas del año. Celebrada por millones de personas alrededor del mundo, obviamente con México incluido, esas fechas sirven para reunirse con familiares y amigos, pasar grandes momentos y seguir la tradición de decorar el hogar, destacando siempre el Árbol de Navidad.
Cada familia lo decora a su gusto y esa es parte de la magia que cada hogar le pone a las fiestas navideñas, pero, aunque tal vez no lo sepas, existen distintos significados en el Árbol de Navidad y sus adornos.
Es una tradición que se transmite de generación en generación, muchas familias se reúnen para ese momento o hay quienes lo ponen solos, pero contagiados del espíritu navideño con villancicos, suéteres o comida de la temporada.
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¿Cuándo se debe poner el Árbol de Navidad, según la tradición?
La pregunta de cuándo se pone el Árbol de Navidad tiene varias respuestas, dependiendo de las tradiciones y creencias de cada quien, pero hay tres fechas puntuales, un par de ellas con significado religioso, que son aceptadas generalmente.
Según la tradición de la Iglesia Católica, la fecha más simbólica y recomendada para poner el árbol de Navidad es el primer domingo de Adviento, que marca el inicio del período de cuatro semanas que del año litúrgico y la preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Jesús.
Colocar el árbol en este día simboliza el inicio de esta espera y, en 2025, el primer domingo de Adviento será el próximo 30 de noviembre.
La que no tiene tintes eclesiásticos es el 1 de diciembre, día en el que arranca el mes festivo navideño. Para muchos, esto significa extender la alegría de las fiestas durante todo el mes, disfrutando de la luz y el color del árbol desde el principio.
La última fecha es el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Está arraigada en la tradición católica y es considerada por muchos como el momento propicio para comenzar a preparar el ambiente para la llegada de Jesús.
¿Qué debe llevar tu Árbol de Navidad?
Más allá del gusto personal, cada adorno tiene un significado que enriquece aún más la experiencia. Primero, y fundamental, las luces. Son la esencia del árbol, representando la luz de Cristo que ilumina el mundo, la esperanza y la alegría. Se suelen colocar primero, antes que cualquier otro adorno, para asegurar que su brillo llegue a cada rincón.
Luego, las guirnaldas y cintas, que simbolizan la unión y la continuidad, la vida eterna. Pueden ser de colores variados, aunque las verdes, doradas y rojas son las más tradicionales. Y, por supuesto, las campanas, que anuncian la llegada del Niño Jesús y la alegría de la Navidad.
Finalmente, y como broche de oro, la estrella o el ángel en la punta del árbol. La estrella representa la Estrella de Belén que guio a los Reyes Magos, y el ángel, por supuesto, es el mensajero celestial. Ambos son símbolos de guía, fe y esperanza.
¿Por qué ponemos esferas en el Árbol de Navidad?
Las esferas son, sin duda, los adornos más numerosos y variados de nuestro árbol, y su significado es tan profundo como sus colores y diseños. Aunque hoy las encontramos en una infinidad de materiales y estilos, tradicionalmente se utilizaban manzanas. Estas simbolizaban la abundancia, fertilidad y el pecado original, recordándonos el paraíso perdido.
Con el tiempo, las manzanas fueron reemplazadas por esferas de cristal soplado y otros materiales, manteniendo su forma redonda para representar la eternidad de Dios, su amor infinito y la perfección.
Cada color también tiene su propio simbolismo:
- Rojas: Representan el amor, la pasión y la generosidad.
- Plateadas o blancas: Simbolizan la pureza, la inocencia y la alegría.
- Doradas: Significan prosperidad, riqueza y luz.
- Azules: Son un símbolo de arrepentimiento, reflexión y reconciliación.
