‘Mi amor, lo logramos’: El emotivo recibimiento del Tri Sub-17 tras el tercer lugar del Mundial Femenil

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Berenice Ibarra, capitana del Tri Sub-17, fue recibida entre aplausos y abrazos por su madre tras el histórico tercer lugar en el Mundial de Marruecos 2025.

La mamá de Berenice Ibarra relató la emoción de reencontrarse con su hija y capitana del Tri Sub-17, luego de un mes de ausencia y una histórica actuación en Marruecos 2025.

La madrugada del lunes 10 de noviembre, la Selección Mexicana Femenil Sub-17 aterrizó en la Ciudad de México procedente de Medellín, Colombia, tras una escala antes de regresar de Marruecos, donde el equipo consiguió un histórico tercer lugar en el Mundial Sub-17 2025.

Entre los familiares que aguardaban ansiosos, en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, destacó la presencia de la mamá de Berenice Ibarra, Mirna Hernández, quien compartió su emoción al reencontrarse con su hija después de semanas de separación.


“De verdad, es algo que no les puedo explicar. Es algo muy bonito que puede vivir una mamá: ver que llega con su equipo, que llega como ganadora, como triunfadora. Es el mejor regalo que puedo recibir”, expresó.

La madre de la defensora relató que el momento del abrazo fue uno de los más significativos de su vida.


“Definitivamente siempre el abrazo de mi corazón a su corazón. Es una magia muy bonita el abrazarla y decirle: Mi amor, lo logramos, felicidades”, contó con orgullo.

Berenice, quien portó el gafete de capitana durante el torneo, fue recibida con aplausos, flores y pancartas. La mujer recordó que llevaba más de un mes sin ver a su hija, aunque alcanzó a visitarla brevemente en Marruecos dos semanas antes de la final.


Como capitana, la admiro tanto. Me ha enseñado lo que es ser fortaleza, lo que es ser seguridad. Me ha enseñado muchas cosas como capitana”, agregó con orgullo.

La sorpresa frustrada al Tri Sub-17: no les dieron permiso de llevar mariachi

Los padres del equipo planeaban un recibimiento especial con mariachis; sin embargo, no fue posible llevarlo a cabo debido a los permisos que exige el aeropuerto.

“Habíamos contratado unos mariachis, pero no nos dieron permiso. El permiso se tenía que gestionar cuatro días antes. Pero aun así gritamos, aplaudimos, y fue muy bonito”, explicó Mirna Hernández.

Pese a no poder cumplir con esa sorpresa, el ambiente fue de total alegría y gratitud por el desempeño del equipo en el Mundial. Las jugadoras fueron recibidas entre cánticos, porras y el inconfundible Cielito Lindo, mientras la emoción se desbordaba entre familiares y aficionados.

Entre las más solicitadas por la afición se encontró Valentina Murrieta, la portera del América que brilló en Marruecos y se adjudicó el Guante de Oro como mejor guardameta del torneo.

Murrieta dedicó varios minutos a convivir con los seguidores que aguardaban en el aeropuerto; firmó guantes, posó para fotografías y mostró con orgullo el trofeo que reconoció su destacada actuación, especialmente en la tanda de penales que definió el tercer lugar a favor de México.

“Fue una gran experiencia. Seguimos luchando incluso cuando estuvimos en adversidades”, declaró el técnico Miguel Gamero, quien destacó la responsabilidad y el disfrute como los ejes del éxito del equipo.

El abrazo entre Berenice Ibarra y su madre se convirtió en una de las postales más emotivas del regreso del equipo. Un momento que sintetizó el sacrificio, unión y orgullo de una generación que volvió de Marruecos con la cabeza en alto.