El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha reforzado su monitoreo sobre las transferencias bancarias, especialmente aquellas que no tienen una justificación clara.
El objetivo es prevenir fraudes y operaciones relacionadas con lavado de dinero. Por ello, las instituciones financieras recomiendan usar conceptos precisos que reflejen el motivo del movimiento de dinero.
Utilizar las palabras adecuadas no solo evita confusiones con actividades comerciales o ingresos no declarados, sino que también previene revisiones innecesarias. De esta forma, las operaciones se procesan con normalidad y se reduce el riesgo de que los recursos sean retenidos.

Conceptos aceptados por el SAT para realizar transferencias
Estos son algunos de los conceptos que sí se pueden usar, pues describen con claridad el motivo del movimiento:
- Apoyo familiar: Es uno de los conceptos más comunes y seguros. Se emplea para enviar dinero entre familiares, dejando claro que se trata de una ayuda económica y no de un pago o actividad comercial.
- Devolución de préstamo: Indica que el movimiento corresponde al regreso de una cantidad previamente prestada y no representa un ingreso nuevo, sino la liquidación de una deuda.
- Ahorro personal: Se utiliza al transferir fondos entre cuentas propias; refleja que el dinero mantiene el mismo origen y no proviene de una tercera persona.
- Transferencia personal: Adecuado para movimientos entre cuentas de un mismo titular o de familiares cercanos, mostrando que la operación no tiene relación con un negocio.
- Pago de servicios: Válido cuando se liquidan honorarios, mantenimiento o algún trabajo personal. Es mejor utilizarlo únicamente cuando el gasto puede comprobarse con recibos o comprobantes.
- Gastos compartidos: Común al dividir cuentas con amigos, pareja o compañeros. Indica que el dinero corresponde a la parte proporcional de un gasto conjunto, sin fines comerciales.
- Renta vivienda: Se aplica para los pagos mensuales de arrendamiento. Es un concepto claro y directo que muestra el cumplimiento de un contrato o acuerdo.
- Aportación personal: Se usa para movimientos destinados a un fondo común, un viaje o un proyecto grupal.
- Reembolso: Se refiere a la devolución de un gasto cubierto por otra persona, demostrando que el monto no se considera un ingreso adicional.

¿Qué pasa si se utilizan conceptos ambiguos o ilegales?
Si no se aclara correctamente el motivo de las transacciones, existe el riesgo de la suspensión temporal de fondos o la necesidad de explicar ante el SAT el origen del dinero.
En casos más graves, cuando se detectan irregularidades como la omisión de declaraciones o el incumplimiento de pagos, el SAT puede incluso bloquear la cuenta bancaria. Por eso es fundamental utilizar conceptos claros y precisos.


