AC Milan y FC Internazionale han concretado la compra histórica del estadio San Siro, conocido oficialmente como Giuseppe Meazza, y su área circundante por 197 millones de euros al ayuntamiento de Milán.
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De propiedad municipal a privado
El consejo municipal aprobó la venta en septiembre y el traspaso se oficializó el 5 de noviembre. Dicho acuerdo se ejecutó antes del 10 de noviembre para evitar que el segundo anillo, que cumple 70 años en esa fecha, recibiera una protección patrimonial que dificultaría su demolición.
“El acto notarial relativo a la venta del complejo inmobiliario que incluye el estadio Giuseppe Meazza, clasificado dentro del actual Plan de Gestión del Suelo como la ‘Función Urbana Mayor de San Siro’, fue firmado hoy por el Municipio de Milán y la empresa Stadio San Siro S.p.A., tras la propuesta presentada por AC Milan S.p.A. y FC Internazionale Milano S.p.A., en virtud del art. 4, párrafo 13, del Decreto Legislativo n.º 38 del 28 de febrero de 2021 (‘Ley de Estadios’)”, compartió el municipio de Milán.
Plan de demolición y proyecto futurista
El emblemático coliseo de 99 años será demolido en su mayoría; se conservará un sector del segundo anillo como “memoria histórica”.
Milan e Inter planean tener un estadio moderno con 71 500 localidades, un diseño a cargo de Foster + Partners y Manica, que estaría listo para el 2032, tentativamente.
Además, se contempla un proyecto de regeneración urbana en los terrenos anexos: zonas verdes, oficinas y espacios comerciales.
“La construcción del nuevo estadio y el proyecto de regeneración urbana del área de San Siro representan un nuevo capítulo para la ciudad de Milán y para ambos clubes. Este importante hito refleja las ambiciones compartidas de AC Milan e Inter, y de sus respectivos propietarios, RedBird y fondos gestionados por Oaktree, para un éxito deportivo a largo plazo y para una inversión que generará valor y apoyará el crecimiento sostenible de ambos clubes”, comunicaron en conjunto el Milan e Inter.
Objetivos deportivos y coyunturales
La iniciativa responde a la necesidad de dotar a ambos clubes de instalaciones a la altura del fútbol moderno; el actual estadio no cumple con requisitos UEFA para la Eurocopa 2032.
El nuevo recinto no sólo será compartido, pues fortalecerá infraestructuras del distrito y aspira a resituar a Milan e Inter entre la élite continental con uno de los mejores estadios modernos.