Una nueva fecha podría incorporarse al calendario cívico de México. Se trata del Día del Bienestar, una propuesta legislativa que busca establecer una nueva jornada festiva con descanso obligatorio en todo el país. La iniciativa fue presentada por la diputada del Partido del Trabajo (PT), Ana Karina Rojo Pimentel, ante la Cámara de Diputados, y actualmente se encuentra en proceso de análisis en comisiones.
¿Qué es el Día del Bienestar y por qué se propone el 13 de noviembre?
La propuesta establece que el 13 de noviembre sea declarado como el Día del Bienestar, una jornada dedicada a reconocer los avances y logros de los programas sociales implementados en México, especialmente aquellos impulsados durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
La elección de la fecha no es casual. El 13 de noviembre coincide con el Día Mundial de la Bondad, una efeméride internacional que promueve valores como la empatía, la solidaridad y la generosidad; además, es el día del nacimiento del exmandatario, lo que añade un componente simbólico a la propuesta.
Según la diputada Rojo Pimentel, esta fecha no interfiere con ninguna conmemoración cívica, histórica o cultural de carácter nacional, lo que facilitaría su incorporación al calendario oficial sin superposición con otros eventos relevantes.
Enfoque social: programas del Bienestar como eje central
El argumento principal detrás de esta iniciativa es reconocer el impacto de los programas sociales desarrollados por la Secretaría del Bienestar, los cuales son considerados un pilar fundamental del gobierno de López Obrador. Estos programas tienen como objetivo reducir la desigualdad socioeconómica, mediante la entrega de apoyos económicos directos a sectores históricamente marginados.
Entre los beneficios destacados se encuentra la garantía de derechos sociales universales, como el acceso a pensiones para adultos mayores, becas para estudiantes, apoyos a personas con discapacidad y subsidios para comunidades rurales. La propuesta subrayó que estos mecanismos no deben ser vistos como dádivas, sino como instrumentos de justicia social que fortalecen el tejido económico desde la base.
En palabras de la legisladora, el Día del Bienestar permitiría visibilizar y valorar estos esfuerzos institucionales, además de fomentar una cultura de inclusión y reconocimiento hacia quienes han sido beneficiarios de estas políticas públicas.
Hasta el momento, la propuesta fue turnada a comisiones para su análisis y eventual dictamen, por lo que aún no ha sido aprobada ni forma parte del calendario oficial; sin embargo, su presentación generó reacciones, tanto en el ámbito político como en la opinión pública.
Por un lado, hay quienes consideran que la iniciativa representa una forma legítima de reconocer los avances en materia de bienestar social y que puede contribuir a consolidar una cultura de derechos.
Por otro, hay sectores que cuestionan la pertinencia de vincular una fecha nacional con la figura de un expresidente, lo que podría interpretarse como un acto de personalismo político.
A pesar de las posturas encontradas, el debate abrió una discusión más amplia sobre el papel de los días festivos en la construcción de memoria colectiva y sobre la necesidad de revalorar los logros sociales como parte del patrimonio institucional del país.