La familia de Carlo Ancelotti volvió a acaparar titulares luego de que Katia Ancelotti, hija del actual seleccionador de Brasil, ofreciera una entrevista al Corriere della Sera, en la que retrató con ironía y afecto la personalidad de su padre fuera de los terrenos de juego. Con un tono espontáneo y sincero, habló del legendario entrenador desde una perspectiva íntima, dejando ver al hombre detrás de los triunfos.
“Sigue siendo el mismo tonto de siempre que come mal, viste mal, no sabe conducir bien y no me escucha”, bromeó Katia, dejando claro que, pese a su enorme éxito profesional, su padre conserva su esencia sencilla y familiar.

Tras su salida del Real Madrid, Carlo Ancelotti se enfocó en un nuevo desafío al frente de la selección canarinha, con la misión de trasladar su experiencia europea a un equipo plagado de talento como Vinicius, Raphinha y otros jugadores que buscarán protagonismo en el Mundial del próximo verano. Mientras el estratega se adapta a una nueva etapa, su hija compartió detalles que confirman por qué el técnico italiano es tan respetado dentro y fuera del futbol.
‘Me gustaría verlo enfadado’: hija de Carlo Ancelotti
Katia reconoció que, incluso en casa, su padre conserva esa calma que lo caracteriza desde el banquillo.
“Me gustaría verlo enfadado. Solo una vez”, evidenciando lo raro que resulta verlo perder la compostura; no obstante, reveló que su hermano Davide y su esposo Mino fueron testigos de un carácter más temperamental.
“Mi hermano Davide y mi marido Mino hablan de arrebatos de locura, una versión de papá que no conozco”, señaló Katia, dando una mirada distinta al comportamiento del técnico.
La conversación también se adentró en momentos difíciles de la carrera de Carlo, como su ruptura profesional con Gennaro Gattuso tras su paso por el Nápoles.
“Nunca volvieron a hablarse ni a verse. Papá estaba dolido y no finge nada. Rino no volvió a llamarlo”, explicó Katia, recordando uno de los episodios más tensos de la trayectoria del estratega.

‘Carlo era padre y madre a la vez’
Otro de los aspectos más emotivos de la entrevista fue cuando Katia habló sobre la relación familiar que marcó su infancia.
“Carlo era padre y madre a la vez, su presencia se sentía en casa. Mamá, que por desgracia ya no está, siempre estaba fuera”, expresó, recordando con cariño el rol protector y afectuoso de su padre.
La hija del técnico italiano también compartió una reflexión sobre los valores que aprendió en su hogar: “en aquel momento pensé que se equivocaba, que era rara; entonces lo comprendí. La independencia es un valor, como la libertad”, señaló, reconociendo que la educación que recibió fue fundamental para su madurez.
Katia mostró un equilibrio entre nostalgia y humor al hablar de Carlo, un hombre que, pese a dirigir a grandes clubes y selecciones, mantiene un carácter humilde y familiar, alejado del protagonismo mediático.

Katia defiende la carrera de su hermano Davide
Uno de los temas más sensibles para Katia es la figura de Davide Ancelotti, hijo del primer matrimonio del entrenador y actual técnico del Botafogo en Brasil. Davide fue señalado por iniciar su carrera bajo la tutela de su padre, pero Katia defendió su independencia y talento.
“Me molesta que hablen de él y no de otros hijos que también tienen a sus padres como entrenadores. Pioli, por ejemplo”, afirmó, en referencia a otros casos dentro del futbol europeo.
Para Katia, las críticas son injustas, ya que su hermano demostró capacidad y un estilo de trabajo que lo llevó a emprender su camino profesional lejos de la sombra de Carlo.
Además, la entrevista dejó ver a una familia unida y llena de afecto, con vínculos que trascienden los éxitos deportivos. Katia recordó también cómo su padre encaró las críticas públicas, especialmente durante su etapa en Nápoles.
“¿No leyó ni oyó que en Nápoles decían que vendría a cobrar su pensión? Eso me dolió mucho”, confesó, señalando que las opiniones externas no logran alterar la serenidad de Carlo.
La hija del técnico destacó que, aunque su padre es una figura admirada en todo el mundo, sigue siendo el mismo hombre sencillo, de hábitos cotidianos y humor discreto.
“Ahora soy hincha de Brasil, pero Carlo sigue siendo Carlo. Como persona, sigue siendo el mismo tonto de siempre que come mal, viste mal, no sabe conducir bien y no me escucha”, concluyó.




