La historia del futbol mundial perdió a uno de sus protagonistas, aunque su nombre no apareció en las planillas oficiales ni en los registros de los campeones. Roberto Cejas, el aficionado argentino que cargó a Diego Armando Maradona sobre sus hombros en el Estadio Azteca, tras la Final del Mundial México 1986, murió el domingo 19 de octubre de 2025, según confirmó el medio TyC Sports.
Su gesto espontáneo se transformó en una de las imágenes más icónicas del deporte: el astro argentino alzando la Copa ante un Coloso de Santa Úrsula rendido, sostenido por un hincha anónimo que encarnó la alegría colectiva de todo un país.
Roberto Cejas: el hombre detrás de una postal icónica
Oriundo de Santa Fe, Cejas viajó a México exclusivamente para presenciar la Final entre Argentina y Alemania Federal. Lo hizo sin entrada, impulsado solo por la ilusión de ver a su selección coronarse campeona. Con ingenio y determinación, logró ingresar al estadio y, tras el pitazo, saltó al campo junto a miles de aficionados; allí, en medio del caos de la celebración, se encontró frente a frente con Maradona.
“Saltamos a la cancha cuando terminó el partido y, sin pensarlo, Diego se frenó, me miró, y lo levanté. Lo llevé al trote. Él me iba marcando por dónde ir. No tomé conciencia de lo que estaba pasando hasta mucho después”, recordó años más tarde Cejas en una entrevista con TyC Sports.
Ese momento fortuito lo inmortalizó para siempre. La fotografía de Maradona sobre sus hombros, con la Copa en alto, recorrió el planeta, convirtiéndose en una de las postales más reconocibles del siglo XX. “Siento que fue un regalo de la vida. Mis nietos me ven en la tele y dicen: ‘ese es el abuelo llevando a Maradona’”, relataba con orgullo.
Un reencuentro lleno de emoción entre Maradona y Roberto Cejas
Décadas después, el destino volvió a reunirlos. Durante el Mundial de Brasil 2014, Cejas y Maradona coincidieron en el programa De Zurda, que el propio Diego conducía. “Nos dimos un abrazo hermoso. Diego se reía y me decía: sabes cuánto pesa la Copa, pero yo sé cuánto peso yo con la Copa’”, contó Cejas con humor. Aquella reunión selló definitivamente un lazo simbólico entre ambos.
El santafesino también solía compartir un recuerdo más íntimo de aquel día glorioso en 1986: “le pedí un botín y me dijo que no, que eran para la vieja. Ese fue el único diálogo que tuvimos, y lo respeté. Me pareció un gesto hermoso”, confesó.
‘No sé por qué me tocó a mí’: Roberto Cejas
Con los años, Roberto Cejas asumió con humildad su papel en la historia. “No sé por qué me tocó a mí. Hay gente que lo merecía más, pero Dios me puso ahí y voy a estar para siempre”, decía al rememorar aquella jornada que marcó su vida; incluso, solía bromear: “Si la Mano de Dios metió el gol a Inglaterra, la otra mano fue la que me puso justo debajo de Diego”.
Aunque su protagonismo duró apenas unos minutos, su imagen quedó asociada para siempre al momento más glorioso de la selección argentina. El hombre que cargó al 10 se convirtió en el símbolo del hincha común, aquel que acompaña desde el anonimato y que, por un instante, formó parte de la leyenda.
Casi cuatro décadas después de aquella tarde mágica, el Estadio Azteca se prepara para volver a ser escenario mundialista en 2026; aunque las generaciones cambien, cada vez que se menciona el Coloso, la imagen de Maradona sobre Roberto Cejas vuelve a ocupar un lugar de honor en la memoria colectiva del futbol.



