La Selección Mexicana Sub-20 se despidió del Mundial de Chile 2025 tras caer 2-0 ante Argentina en los cuartos de final. El encuentro, que prometía ser uno de los más intensos del torneo, terminó con un sabor amargo para el conjunto nacional por la derrota y el descontrol emocional que marcó los minutos finales.
El entrenador Eduardo Arce reconoció que su equipo “perdió la cabeza” en momentos clave. La frustración acumulada, las provocaciones y el contexto del duelo terminaron por descomponer al Tri, que acabó con nueve jugadores en el campo, tras las expulsiones de Diego Ochoa y Tahiel Jiménez, ambos sancionados por agredir a rivales.
“¿Si perdimos la cabeza? Sí, la verdad que sí, al final; igual no me quiero meter en eso porque es parte del futbol, lo que dicen ellos, lo que decimos nosotros; creo que tiene que quedar ahí. Pero cuando se dicen esas cosas en ese momento te revoluciona un poco, sabíamos que ellos son buenos en eso”.
Eduardo Arce: ‘nos quedamos cortos’
México había comenzado el Mundial Sub-20 con un objetivo claro: alcanzar los cuartos de final, una meta que cumplió con solidez tras superar una fase de grupos exigente y un duelo de octavos lleno de carácter; sin embargo, la ilusión creció con cada victoria, y la expectativa se transformó en un deseo colectivo de alcanzar el podio, incluso el título.
Eduardo Arce reconoció que, a pesar del esfuerzo, el equipo no pudo dar ese paso extra que esperaban los aficionados:
“Sí, totalmente (nos quedamos cortos), por más que intentamos desplegar el futbol que queríamos, que nos vimos combativos, que se vio una mentalidad, obviamente queríamos darle más al país, a la afición, a los chavos, pero no pudimos”.
El técnico destacó la entrega del plantel y el compromiso mostrado durante el torneo, aunque dejó claro que el proceso aún tiene espacio para madurar. En su análisis, el Tri Sub-20 mostró crecimiento, pero también falta de manejo emocional ante la presión, algo que debe corregirse en futuras generaciones.
César Garza: ‘nos dejamos comer la cabeza’
El mediocampista César Garza fue uno de los más autocríticos tras la eliminación; el futbolista no ocultó su frustración y reconoció que el equipo cedió ante el juego psicológico argentino, un factor que marcó la diferencia en el resultado.
“Duele mucho, por el equipo que éramos, teníamos que ganar el partido, nos dejamos comer la cabeza, muy flojos en los dos goles que nos hacen”, expresó Garza.
Las palabras del jugador resumieron la sensación general dentro del grupo: México compitió con intensidad, pero pagó caro los errores mentales y defensivos.
“En el partido fuimos agresivos, no hicimos un mal partido, así es contra estos rivales”.
La eliminación en cuartos de final del Mundial Sub-20 de Chile 2025 dejó aprendizaje. El equipo cumplió su meta inicial, pero el desenlace ante Argentina exhibió la necesidad de fortalecer el control emocional y la madurez competitiva en los jóvenes mexicanos.