Éder Militão, defensa del Real Madrid y Brasil, ha compartido recientemente uno de los momentos más difíciles de su carrera, luego de sufrir por segunda vez una rotura del ligamento cruzado anterior, consideró seriamente la posibilidad de retirarse del futbol profesional.
Dos roturas de ligamento cruzado hicieron que Militão considerará el retiro
Militão, quien ya había enfrentado una lesión similar en la rodilla izquierda en agosto de 2023, volvió a caer en noviembre de 2024, esta vez con una rotura completa del ligamento cruzado anterior y afectación de ambos meniscos en la rodilla derecha. El incidente ocurrió durante un partido ante Osasuna, donde el zaguero cayó al césped entre lágrimas y fue retirado en camilla, encendiendo las alarmas en el club blanco.
El brasileño confesó en rueda de prensa previo al partido de Brasil ante Corea del Sur, que el golpe emocional fue tan fuerte que llegó a pensar en dejar el futbol.
“Con mi segunda lesión (rodilla derecha), me pasaron muchas cosas por la cabeza. Pensé en dejar el futbol porque no es fácil, pero con la ayuda de mi esposa, mi hija y mis compañeros, hoy estoy aquí para jugar bien".

Gran nivel tras dos años muy difíciles para el central brasileño
Tras someterse a una segunda cirugía reconstructiva y comenzar un nuevo proceso de rehabilitación, el defensor brasileño se mantuvo alejado de las canchas por cerca de ocho meses. Su regreso se dio en julio de 2025, durante la semifinal del Mundial de Clubes frente al PSG, aunque en un contexto complicado para el equipo, que ya perdía por 3-0 cuando Militão ingresó al campo.
A pesar de los momentos de duda, Militão ha demostrado una gran fortaleza mental y física para volver a competir al más alto nivel, siendo ya un titular inamovible para Xabi Alonso en el Real Madrid y buscando tener el mismo rol con Carlo Ancelotti en la Selección de Brasil para el Mundial 2026.
“Han sido dos años difíciles, con dos lesiones muy complicadas. La segunda la enfrentas de otra manera porque ya conoces el proceso. No es fácil. Tienes que estar muy apegado a tu familia, a Dios... Te quita la rutina, lo que estás acostumbrado a hacer, entrenar. De repente, estás en casa, dependiendo de ayuda, de que alguien te ayude. Gracias a Dios, me recuperé de las lesiones y volví al máximo nivel, lo cual no es fácil”.
