A mediados de 2021, Tigres sorprendió con la contratación del delantero Florian Thauvin, quien llegaba para convertirse en socio de André-Pierre Gignac, pero su historia no fue la mejor.
Sin adaptarse por completo, ni ganarse la titularidad, Thauvin se marchó a inicios de 2023 y curiosamente los felinos fueron campeones en aquel torneo. Ahora a la distancia recuerda su etapa en la Liga MX como parte del proceso que lo llevó de vuelta a la selección de Francia.
“Mi primera experiencia en México me permitió crecer en el plano humano. Estaba lejos, un poco solo, no salió como lo deseaba y tuve que adaptarme”, mencionó el atacante.
Cambió la rutina que tenía en la Liga MX
Thauvin reconoció que modificó sus hábitos cuando se marchó a Italia para jugar con el Udinese, donde se reinventó y recuperó el nivel con el que fue campeón del mundo en Rusia 2018.
“Mi llegada a Italia marcó el inicio de un nuevo ciclo. Decidí cambiar radicalmente mi forma de trabajar, mi alimentación, mi gestión del sueño”.
“Tengo treinta y tantos años ahora y era necesario pasar por estos ajustes para tener una buena segunda parte de mi carrera: hay que tener piernas para poner en marcha la máquina (risas)”.
Cambio de posición, clave en Italia
Florian Thauvin, hoy de 32 años y en la selección gala por primera vez en más de seis años, tomando el lugar de Bradley Barcola, destacó su nuevo rol.
“El hecho de jugar en el eje central en Italia también me permitió progresar; hay menos espacio, hay que ser más preciso técnicamente, anticipar las cosas... Todas estas cosas me permitieron evolucionar, progresar aún más, para estar aquí hoy”.