México ha iniciado una transformación histórica en su sistema de identificación ciudadana con la implementación del CURP biométrico, una versión avanzada de la Clave Única de Registro de Población que incorpora datos biométricos como huellas dactilares, fotografía facial, escaneo de iris y firma digital.
Este nuevo documento, aprobado mediante reformas a la Ley General de Población y publicado en el Diario Oficial de la Federación el pasado julio, busca fortalecer la seguridad en la identificación, combatir el robo de identidad y agilizar trámites tanto en el ámbito público como privado. A partir de octubre de 2025, comenzará su emisión física y digital, y será obligatorio en trámites oficiales desde febrero de 2026.
La CURP biométrica será requerida para una amplia gama de gestiones, incluyendo:
- Trámites bancarios y financieros.
- Acceso a servicios de salud públicos y privados.
- Inscripciones escolares y becas.
- Programas sociales como pensiones y subsidios.
- Procesos migratorios y legales.
Actualmente, el trámite ya está disponible en varios municipios de Veracruz como parte de un programa piloto. Para obtenerla, los ciudadanos deben acudir al Registro Civil con identificación oficial, CURP certificada y correo electrónico, donde se capturan sus datos biométricos en un proceso que dura aproximadamente 20 minutos.
Además de mejorar la autenticación en plataformas digitales, el CURP biométrico será clave en la creación de una Plataforma Única de Identidad, que permitirá la integración de registros en salud, educación, justicia y seguridad.
Aunque inicialmente su trámite será voluntario, los entes públicos y privados estarán obligados a aceptarlo como documento oficial de identificación.
