La tecnología sigue metiéndose de lleno en el futbol y ahora, al más puro estilo de la NFL, en el Mundial Sub-20 2025 tendremos una innovación arbitral audaz: la FIFA usará por primera vez la llamada tarjeta verde, una herramienta pensada en buscar más justicia para los participantes.
Esta actualización será acompañada por la implementación del Football Video Support (FVS), un sistema más ligero y accesible que busca complementar al VAR en competencias juveniles para la revisión de jugadas puntuales.
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¿Qué es la tarjeta verde y cómo funcionará en el Mundial Sub-20?
La tarjeta verde es un mecanismo de desafío que permite al entrenador —o a quien ocupe la posición técnica del equipo— solicitar una revisión de una jugada específica ante el árbitro central. Para usarla, debe mostrarse de forma visible durante el partido.
Cada selección contará con dos tarjetas verdes por encuentro. Si la revisión resulta en un cambio de decisión, el equipo no pierde la tarjeta verde usada. Pero si la jugada no es revertida, el equipo pierde esa oportunidad de desafío. Las situaciones que pueden revisarse incluyen:
- Goles dudosos (fuera de juego, faltas previas)
- Penales
- Expulsiones directas
- Confusión de identidad
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Además, esta decisión es gestionada directamente por el árbitro central quien, luego de recibir la solicitud (vía el cuarto árbitro), ingresa al Área de Revisión para analizar la jugada con apoyo audiovisual.
Aunque no reemplazará por completo el VAR, la tarjeta verde tiene como objetivo dar mayor protagonismo a los equipos y corregir errores visibles que podrían definir partidos, especialmente en una competencia de tanta presión como lo es un Mundial juvenil.
¿Por qué la llaman tarjeta verde y cuál es su importancia en el futbol?
La denominación de tarjeta verde remite al mundo deportivo del “desafío” o “reto”, similar a lo que ocurre en otros deportes como la NFL. No es una tarjeta sancionadora, sino una herramienta estratégica que permite a los equipos intervenir activamente en revisiones arbitrales sin depender exclusivamente del VAR tradicional.
Su importancia radica en que combina la justicia deportiva con la estrategia táctica: un entrenador deberá decidir en qué momento usar esa tarjeta, si en jugadas tempranas o reservarla para momentos decisivos. También representa un paso hacia la democratización del uso de tecnología en partidos donde el presupuesto y recursos para un VAR completo son más limitados.
