Durante su participación en Rayados Talks, Miguel Layún compartió cómo el penal que convirtió en la final del Clausura 2013 con el Club América ante Cruz Azul marcó un antes y un después en su carrera profesional. Aquel gol, que selló el campeonato para las Águilas, no solo le dio su primer título de liga, sino que también lo transformó de ser uno de los jugadores más criticados a convertirse en ídolo de la afición.
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Del #TodoEsCulpaDeLayún a ser el héroe americanista
El excapitán del América reconoció su nerviosismo cuando Miguel ‘Piojo’ Herrera le dijo que patearía el cuarto penal: “Me temblaron partes del cuerpo que no sabía que existían, estaba cagado”, aseguró entre risas.
Miguel Layún confesó que ese momento fue profundamente emotivo. Al caminar hacia el manchón penal, se bloqueó de todo lo que ocurría a su alrededor: “No tengo la menor idea de lo que sucedía en el campo o en las gradas. Mi único foco era la pelota y dónde la iba a patear”, recordó. Su decisión fue clara: patear cruzado y lo más fuerte posible.
El momento que marcó la carrera de Miguel Layún
Más allá del trofeo, Layún destacó el impacto emocional y simbólico de ese instante. “Cuando me comparten el cántico que dice ‘Aquivaldo lo empezó, el portero lo empató y Layún con un penal nos coronó’, me llena de sentimientos.
Le digo a mi niño interior: ‘¡Cab..., lo logramos!’”, expresó con orgullo. Para él, estar en la memoria colectiva de la afición es más valioso que cualquier fama o dinero.
Ese penal no solo le dio un título, sino que lo catapultó a nuevos niveles en su carrera, abriendo puertas en Europa y consolidando su lugar en la selección mexicana. “Fue un parteaguas grandísimo en mi carrera”, afirmó.