El próximo 14 de septiembre en San Siro no será un partido más de la Serie A. Ese día, el Milan de Santiago Gimenez recibirá al Bolonia, y en el terreno podrían verse las caras Adrien Rabiot y Jonathan Rowe, quienes hace apenas unas semanas fueron protagonistas de un escándalo en el Olympique de Marsella.
Ambos futbolistas fueron despedidos por el club francés después de una violenta pelea en el vestidor que, según los directivos, alcanzó un nivel “inaceptable” y obligó a la intervención del personal de seguridad. El episodio ocurrió el pasado 15 de agosto, tras la derrota del Marsella 1-0 contra el Rennes en el inicio de la Ligue 1.
Un reencuentro con tensión en San Siro
El Milan vs Bolonia del 14 de septiembre se convierte así en algo más que un simple partido liguero. Será la primera vez que Rabiot y Rowe compartan escenario tras el escándalo que sacudió al vestuario del Marsella.
La expectativa crece no solo por ver los debuts oficiales de ambos en sus nuevos equipos, también por la incógnita de si el pasado reciente influirá en su comportamiento dentro del césped.
Aunque ambos clubes buscaron cerrar filas en torno a la disciplina, el antecedente dejó una carga extra de tensión que trasforma este encuentro en uno de los más llamativos de la jornada, después del parón de Fecha FIFA.
La pelea que marcó el destino de Rabiot y Rowe
De acuerdo con los reportes de medios franceses, la disputa entre el centrocampista y el atacante inglés comenzó con insultos verbales y terminó en golpes, lo que dejó atónitos a sus compañeros. El director deportivo del Marsella, Mehdi Benatia, criticó con dureza la situación:
“Llevo casi dos décadas en el futbol, he sido capitán, y las discusiones acaloradas pueden ocurrir, pero lo que pasó fue un caos absoluto. No se puede permitir que un equipo necesite seguridad para separar a dos jugadores que se golpean en la cara”.
Tras este episodio, la dirigencia del Marsella tomó una decisión drástica: poner a ambos en la lista de transferibles de inmediato.
Rápido encontraron equipo en Serie A
El primero en salir fue Jonathan Rowe, traspasado al Bolonia por 19.5 millones de euros. Una semana después, en el último día del mercado, el Marsella concretó la venta de Adrien Rabiot al Milan por 10 millones de euros. El centrocampista firmó un contrato hasta junio de 2028 y se reencontrará con su exentrenador en la Juventus, Massimiliano Allegri, ahora al mando de los rossoneri.
Por su parte, el Marsella aprovechó la operación para reforzarse con un nombre de peso: el defensa Benjamin Pavard, campeón del mundo con Francia en 2018, quien llegó procedente del Inter de Milán.
Rabiot: regreso al Calcio con Allegri
El fichaje de Rabiot representó un regreso al futbol italiano tras su etapa con la Juventus entre 2019 y 2024. Con los bianconeri acumuló experiencia en la Serie A y consolidó su vínculo con Allegri, quien ahora confía en que el mediocampista aporte equilibrio y jerarquía a un Milan que busca recuperar protagonismo en Europa.
El jugador de 30 años llegó a San Siro con la misión de fortalecer la zona de creación, aunque su arribo no está exento de polémica, dado que su salida del Marsella se produjo en medio de un clima de violencia y disciplina rota.
Rowe: una apuesta a futuro en el Bolonia
En contraste, Jonathan Rowe, de solo 22 años, es una apuesta de futuro para el Bolonia. El atacante inglés, con gran capacidad de desborde, fue apartado por el Marsella tras el altercado, pero rápidamente encontró cabida en Italia.
Su fichaje reforzó a un club que busca asentarse en la parte media-alta de la tabla y competir en Europa en las próximas temporadas.
El Marsella, en su comunicado oficial, le deseó “mucho éxito en la continuación de su carrera profesional”, pese a la abrupta forma en que se cerró su etapa en Francia.