Club kazajo hace HISTORIA y lleva la Champions League a los EXTREMOS de Asia: más de 5 MIL KM de distancia

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Kairat Almaty hace historia en Champions: el club kazajo que desafía la geografía.

Almaty eliminó al Celtic y jugará por La Orejona, repitiendo la hazaña del Astana en 2015; un viaje de casi 6 mil kilómetros convierte al Kairat en el rival más temido por razones extradeportivas.

El Kairat Almaty hizo historia en la Champions League al eliminar al Celtic de Glasgow, un regular del futbol europeo, para instalarse en la fase de liga de la máxima competición continental. Tras empatar 0-0 en los dos partidos de la eliminatoria, el club kazajo se impuso por penales gracias a la actuación de su portero Temirlan Anarbekov, quien detuvo tres lanzamientos desde los once pasos (3-2).

De esta manera, el futbol por La Orejona regresó a Kazajistán una década después de la participación del Astana en 2015, cuando enfrentó al Atlético de Madrid en fase de grupos.


Un viaje de 5 mil 692 kilómetros para jugar contra Kairat Almaty

Uno de los grandes obstáculos de enfrentar al Kairat no está en la cancha, sino en la geografía. Almaty, la ciudad del club, se encuentra a más de 5 mil kilómetros del corazón de Europa; incluso, más lejos que Kabul, Dubái o Yaoundé.

La eliminatoria contra el Celtic se convirtió en un caso histórico de distancia: 5 mil 692 kilómetros separan Glasgow de Almaty, lo que la convierte en una de las series más largas de la UEFA en toda su historia. Para cualquier equipo europeo, viajar hasta Kazajistán representa un desgaste logístico, físico y mental.


Kairat: el 5% de su territorio está en zona europea

La presencia del Kairat en la Champions parece una paradoja: ¿Cómo puede disputar un torneo europeo si hace frontera con China? La explicación está en un 5% del territorio kazajo ubicado al oeste de los Urales, considerado parte de Europa.

Tras la disolución de la URSS, la federación de Kazajistán se integró a la AFC (Asia) en 1994, pero en 2002 se afilió a la UEFA, utilizando ese argumento geográfico como respaldo; desde entonces, sus cuadros pueden competir en torneos del Viejo Continente, aunque a costa de travesías interminables que generan incomodidad en sus rivales.


¡Nadie quiere ir a Kazajistán!

Los antecedentes confirman que los equipos portugueses ya sufrieron en este tipo de visitas. En la Champions 2015-16, el Benfica venció 2-0 en Lisboa, pero empató 2-2 en Kazajistán frente al Astana, tras recorrer 6 mil173 kilómetros, un récord absoluto de desplazamiento en la UEFA. Algo similar experimentó el Sporting CP en la temporada 2017-18.

Con el Kairat ahora en la fase de liga, existe la posibilidad de superar esas cifras y añadir otro registro en cuanto a distancias.

La sorpresa frente al Celtic

El Celtic partía como favorito. El campeón escocés, acostumbrado a competir en Europa, tenía la experiencia y la plantilla para avanzar; sin embargo, el Kairat resistió los 180 minutos sin recibir gol y aprovechó su oportunidad en los penales.

La clasificación fue aun más significativa porque el equipo no contó con su gran promesa, Dastan Satpayev, de apenas 17 años, sancionado por acumulación de tarjetas. El joven talento ya está comprometido con el Chelsea a partir de 2026, en un fichaje por menos de tres millones de euros.

El regreso de Kazajistán a la Champions

Con esta hazaña, el Kairat se convirtió en el segundo club kazajo en la historia en llegar a la Champions, tras el Astana. Ahora se prepara para el sorteo de Mónaco, donde compartirá bombo con gigantes como Real Madrid, Paris Saint-Germain y otros campeones europeos.

El contraste no puede ser mayor: un equipo de jugadores, en gran parte desconocidos, se enfrentará a las máximas potencias del futbol mundial, llevando el nombre de Kazajistán de vuelta al mapa europeo.

La clasificación del Kairat representó un logro deportivo y reflejó cómo la UEFA amplió sus fronteras para incluir a un país que, cultural y geográficamente, se encuentra en un cruce de caminos entre Asia y Europa. Esa decisión, tomada hace más de dos décadas, hoy permitió que una institución que “roza” China dispute la Champions League.

Lejos de ser una anécdota, la historia del Kairat confirmó que en el futbol europeo no solo ganan los grandes presupuestos, también aquellos equipos que logran convertir las adversidades en un arma para sorprender al continente.