El 23 de junio de 2019 la vida de Joao Maleck cambió por completo, pues aquel día estrelló su auto contra un vehículo estacionado, cobrando la vida de María Fernanda Peña y Alejandro Castro en Zapopan, Jalisco, lo que le costó perder su libertad.
El futbolista, con experiencia en ese entonces en las inferiores de Santos Laguna, Porto y Sevilla, conducía en estado de ebriedad, por lo que fue detenido y condenado por el homicidio culposo de la pareja de recién casados, aunque en 2020 recuperó su libertad pagando una fianza.

Joao Maleck “necesitaba un respiro”
Tras su larga ausencia, volvió a las canchas en la Liga de Expansión y recientemente completó su transferencia al futbol de Costa Rica con el Guadalupe FC, argumentando que necesitaba ‘un respiro’.
“El futbol mexicano es de mucho nivel, pero buscaba algo diferente en mi vida. Sentía que necesitaba un respiro, concentrarme solo en jugar y compartir más con mi familia. No es que no vaya a volver, pero ahora estoy enfocado aquí”, remarcó.

El elemento de 26 años destacó que le interesaba jugar en Costa Rica desde el año pasado, por lo que en cuanto recibió una propuesta formal no dudó en aceptar.
“Tenía conocimiento de la liga, de los equipos y de la competencia, así que busqué mi salida del club en el que estaba para poder venir. Estar aquí siempre fue uno de mis principales objetivos y ahora que lo logré, soy muy feliz”, añadió.
Familiares de víctimas exigen justicia; Maleck dice extrañar la comida
Mientras Joao Maleck celebró su primer doblete en Costa Rica, en México la familia de las víctimas claman por ‘justicia’.
“Vas a tener el valor que no tuviste aquel 23 de junio del 2019 de aceptar y dejar de mentir para no asumir tu responsabilidad y que no se te dictó una condena justa”, reclamaba Claudia Álvarez-Ugena, tía de María Fernanda hace unos días en el sexto aniversario luctuoso.
Por su parte, Maleck reconoce que ha padecido estando lejos de la comida mexicana, particularmente de los tacos, aunque esto no le borra la ‘felicidad’.
“Extraño a mi familia, mis amigos y la comida, especialmente los tacos, pero aquí me siento pleno. Volví a ser feliz dentro de la cancha, encontré paz mental y madurez para rendir al máximo”, sentenció.
