Con la cercanía de septiembre, mes que evoca recuerdos de los sismos de 1985 y 2017 en México, muchas personas comienzan a buscar señales que puedan anticipar un nuevo movimiento telúrico. En este contexto, resurgió una teoría en redes sociales que vinculó la aparición de las nubes mammatus —también conocidas como nubes mamuts— con la posibilidad de un sismo.
Este tipo de nube captó la atención por su aspecto inusual y dramático, lo que llevó a algunos usuarios a especular sobre su relación con fenómenos sísmicos; sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esta teoría, y los expertos fueron claros al respecto.
¿Qué son las nubes mammatus y cómo se forman?
Las nubes mammatus reciben su nombre del latín mamman, que significa “ubre” o “pecho”, debido a su forma característica: protuberancias redondeadas que cuelgan de la base de una nube más grande, generalmente de tipo cumulonimbus.
A diferencia de las nubes convencionales, que se forman por corrientes de aire ascendentes, las mammatus se originan por corrientes descendentes de aire frío y húmedo, que interactúan con aire cálido y seco en niveles superiores. Este contraste de temperaturas y humedad genera las bolsas que cuelgan de las nubes de tormenta.
Este fenómeno suele aparecer en condiciones meteorológicas extremas, como tormentas severas, y puede estar acompañado de granizo, rayos o ráfagas de viento, pero no tiene ninguna conexión con la actividad sísmica.
¿Existe relación entre las nubes mammatus y los sismos?
La teoría que vincula a las nubes mammatus con los sismos ganó popularidad en redes sociales, pero carece de sustento científico. Los sismos se originan en la corteza terrestre, por el movimiento de las placas tectónicas; mientras, las nubes se forman en la atmósfera, a kilómetros de distancia de los procesos geológicos.
Instituciones como el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), la NASA, el Servicio Sismológico Nacional y la UNAM ratificaron que no existe ningún mecanismo que relacione la formación de nubes con la ocurrencia de terremotos.
Además, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico A.C. (CIRES), responsable del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), desmintió la existencia de las llamadas “nubes sísmicas”. En un artículo reciente, los expertos pidieron a la población no difundir información falsa que pueda generar confusión o pánico.
En momentos de incertidumbre, como los que preceden al mes de septiembre, es común que surjan teorías que intentan explicar o anticipar fenómenos naturales; sin embargo, es fundamental acudir a fuentes oficiales y científicas para obtener información confiable.
La predicción de sismos sigue siendo un reto para la ciencia. Aunque existen sistemas de alerta temprana como el SASMEX, estos funcionan una vez que el sismo comenzó y no pueden anticipar cuándo ocurrirá uno.
Por ello, es importante que la población se enfoque en medidas preventivas, como tener un plan familiar de protección civil, preparar una mochila de emergencia y conocer las rutas de evacuación en casa, escuela o trabajo.



