La Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) emitió una alerta preventiva de tsunami para las costas del Pacífico mexicano, luego del potente sismo registrado en la región oriental de Rusia, con epicentro en el Mar de Ojotsk.
Según los protocolos internacionales, se esperan variaciones anormales en el nivel del mar y oleaje inusual que podría representar un riesgo para las comunidades costeras. La alerta se basa en estudios científicos que confirman la alta vulnerabilidad sísmica de México.
Estados con mayor riesgo de tsunami en México
Los estados identificados por Protección Civil como los más expuestos ante un posible tsunami son:
- Baja California Sur
- Sinaloa
- Nayarit
- Jalisco
- Colima
- Michoacán
- Guerrero
- Oaxaca
- Chiapas
Estos territorios comparten una característica geográfica crítica: colindan con el Océano Pacífico, una zona de intensa actividad sísmica y volcánica.
¿Por qué México es vulnerable a los tsunamis?
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierte que el país se encuentra dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, la región más sísmica del planeta. En esta zona interactúan placas tectónicas como la de Cocos y la del Pacífico, cuya fricción puede generar terremotos submarinos capaces de provocar tsunamis.
Un tsunami no es simplemente una ola gigante. Se trata de una serie de olas con gran energía, que pueden viajar a velocidades de hasta 800 km/h en mar abierto y causar devastación al tocar tierra.
Tsunamis históricos en México: una amenaza constante
México ya vivió varios episodios de tsunamis a lo largo de su historia:
- 1787 (Oaxaca): Un sismo de magnitud 8.6 generó un tsunami que penetró hasta 6 km tierra adentro
- 1932 (Jalisco): Un terremoto de 8.2 provocó olas de hasta 10 metros de altura
- 1995 (Colima): El sismo de magnitud 8.0 dejó playas devastadas por el oleaje
Estos eventos demuestran que el riesgo no es hipotético, sino real y recurrente.
¿Cómo se mide el riesgo de tsunami?
El Pacific Tsunami Warning Center, y otros sistemas internacionales, monitorean constantemente la actividad sísmica. Cuando un sismo submarino supera la magnitud 7, se activa una alerta preventiva.
El tiempo de reacción es crucial: entre el sismo y la llegada del tsunami a las costas mexicanas pueden transcurrir entre 2 y 12 horas, dependiendo de la distancia del epicentro.
Más allá del riesgo humano, un tsunami puede tener consecuencias económicas devastadoras. Estados como Jalisco, Guerrero y Oaxaca, donde el turismo es un pilar económico, enfrentan pérdidas millonarias ante cada alerta.
Además, sectores como la pesca, el comercio marítimo y la infraestructura costera (hoteles, puertos, carreteras, redes eléctricas) también se ven gravemente afectados.
¿Qué hacer durante y después de una alerta de tsunami?
Durante la alerta:
- Aléjate del mar al menos 300 metros o busca un sitio elevado
- Evita usar el automóvil en zonas costeras para no obstruir rutas de evacuación
- Infórmate solo por medios oficiales, como Protección Civil o el Servicio Sismológico Nacional
Después de la alerta:
- No regreses a la playa inmediatamente, aunque el mar parezca tranquilo
- Evita difundir rumores en redes sociales
- Sigue las indicaciones de las autoridades locales
Preguntas frecuentes sobre tsunamis
- ¿Cuánto dura una alerta de tsunami? Entre 6 y 12 horas, según la magnitud y ubicación del sismo
- ¿Siempre hay olas gigantes? No. A veces se manifiestan como corrientes fuertes o aumento súbito del nivel del mar
- ¿Cómo saber si viene un tsunami sin alerta? Si el mar se retira de forma inusual, dejando al descubierto el fondo marino, corre a un lugar alto inmediatamente
Si vives o vacacionas en la costa del Pacífico, no subestimes las alertas. México, por su ubicación geográfica, seguirá enfrentando riesgos.
