El Barcelona firmó un acuerdo de patrocinio por 40 millones de euros con el Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC), a través del cual lucirá el emblema RD Congo – Cœur de Afrique en las camisetas de entrenamiento de todos sus equipos profesionales. El convenio, que tendrá una duración de cuatro años, también contempla que el Spotify Camp Nou adopte la Casa de la RDC en sus instalaciones.
Aunque este tipo de alianzas son comunes en el deporte de élite, el contexto que rodea este patrocinio va mucho más allá de lo deportivo. El periodista Xavier Aldekoa, corresponsal en África para el diario La Vanguardia de España, aseguró en el programa ‘Onze’ de Esport3 que este acuerdo debe entenderse como parte de un movimiento político y mediático derivado del prolongado conflicto entre el Congo y Ruanda, un enfrentamiento que ya causó más de seis millones de muertos en los últimos 30 años.
El conflicto bélico entre Congo y Ruanda
El periodista explicó que el patrocinio responde a una estrategia de visibilidad internacional en medio de una disputa geopolítica; desde hace años, Ruanda utilizó el futbol para posicionarse como una nación moderna, patrocinando clubes de renombre como Arsenal, PSG, Bayern Múnich y, recientemente, el Atlético de Madrid.
“El Congo está en guerra con Ruanda, y este patrocinio del Barcelona forma parte de una respuesta simbólica y mediática“, señaló el corresponsal catalán; según sus palabras, la RDC intenta replicar la táctica ruandesa para contrarrestar la narrativa dominante en el ámbito internacional, utilizando el balompié como plataforma de proyección nacional.
Esta rivalidad, que data de más de tres décadas, escaló recientemente. Aldekoa precisó que Uganda fue señalada como sede del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que tomó control de ciertas zonas del este del Congo. El M23 fue vinculado directa y repetidamente con el apoyo militar y financiero del gobierno ruandés, según informes del Grupo de Expertos de la ONU y Human Rights Watch.
Congo y Ruanda: un conflicto con impacto humanitario devastador
Desde el final del genocidio ruandés en 1994, la región de los Grandes Lagos permanece sumida en una constante inestabilidad armada. La guerra entre grupos insurgentes, milicias locales, y fuerzas regulares de ambos países, resultó en una tragedia humanitaria que superó los seis millones de víctimas, muchas de ellas causadas por hambre, enfermedades y desplazamiento forzado.
Amnistía Internacional documentó crímenes de guerra cometidos por el M23, incluyendo asesinatos, torturas, desapariciones forzadas y detención de civiles en condiciones inhumanas en ciudades como Goma y Bukavu. Todo esto contribuyó a un escenario de violencia estructural que afecta a millones de personas.
El pasado 27 de junio de 2025, Ruanda y la RDC firmaron un acuerdo de paz en Washington D.C., en un intento por frenar el conflicto; sin embargo, la situación en terreno sigue siendo tensa y frágil, con desplazamientos masivos y constantes enfrentamientos armados en las provincias de Kivu.
Barcelona y el acuerdo de patrocinio en medio de un conflicto
Este pacto entre el Barcelona y la RDC sitúa al club catalán, quizá involuntariamente, en el centro de una disputa de largo aliento. Aunque el convenio se presenta bajo la etiqueta de “empoderamiento en el deporte y la cultura”, está siendo interpretado como un movimiento político de comunicación estratégica del gobierno congoleño.
Aldekoa subrayó que el Congo, incluso, presionó a los clubes patrocinados por Ruanda para que rescindieran sus contratos, algo que evidencia la carga simbólica y diplomática del patrocinio con el Barça.
Mientras el futbol europeo continúa siendo una vitrina global, países en conflicto buscan utilizarlo como herramienta de legitimación y propaganda internacional, a decir del especialista de La Vanguardia.
