Lucas Vázquez cerró su etapa como jugador del Real Madrid en un acto íntimo, lleno de emociones, gratitud y recuerdos. El gallego, canterano del club blanco, se despidió tras diez temporadas en el primer equipo, con un total de 402 partidos y 23 títulos en su palmarés, entre ellos cinco Champions, lo que lo posiciona como el sexto jugador más laureado en la historia de la institución.
A pesar del periodo vacacional que viven los futbolistas, tras sus compromisos internacionales, Kylian Mbappé y Andriy Lunin fueron los únicos integrantes del primer equipo en asistir personalmente al acto de despedida celebrado en Valdebebas. Ambos jugadores hicieron un breve parón en sus descansos para acompañar al extremo español, un gesto de respeto y compañerismo que no pasó desapercibido entre los presentes ni entre los aficionados madridistas.
La emotiva despedida y el discurso de Lucas Vásquez para el Real Madrid
La despedida, celebrada en el corazón deportivo del club, no contó con lujo, pero sí con una carga emocional profunda; además de Mbappé y Lunin, también se hizo presente Marcelo Vieira, quien compartió vestuario con Lucas durante seis temporadas y no quiso faltar al homenaje. El presidente Florentino Pérez también asistió.
Lucas, consciente del significado de ese día, preparó un discurso escrito para evitar que la emoción lo traicionara. En su intervención, agradeció a la afición, al club, a sus compañeros; sobre todo, a su familia.
“Este es uno de los días más importantes de mi vida. Gracias a la afición por cada aplauso, por cada gesto. He tenido el privilegio de compartir vestuario con leyendas y de levantar títulos, pero sobre todo he sido feliz. Me he sentido valorado, respetado y querido”.
El gallego también tuvo un recuerdo especial para el presidente del club: “Gracias por permitirme cumplir mi sueño”, expresó.
Uno de los momentos más emotivos llegó cuando dedicó palabras sinceras y profundas a su esposa, Maca, visiblemente emocionada entre los asistentes:
“Sin ti esto no habría sido posible. Me diste tranquilidad y apoyo para seguir creyendo en mí. Hemos reído y llorado juntos. Eres la persona que más me conoce y también la que más me ha aguantado. Jamás podré agradecerte todo lo que has hecho por mí”.
No faltó el agradecimiento a sus padres, quienes no pudieron contener las lágrimas. El propio jugador reconoció que, desde que es padre, comprende aún más los sacrificios que hicieron por él. También recordó con cariño a su hermano Mateo, a quien atribuyó el haberle transmitido su amor por el futbol:
“He cumplido el sueño de los dos”, expresó Lucas, cerrando así un círculo emocional que comenzó en su infancia.
Finalmente, y con la voz entrecortada, Lucas dejó claro que, aunque se marcha del club, su vínculo con el Real Madrid será eterno: “He cumplido mi sueño; me voy, pero el Madrid nunca se irá de mí. Soy y seré siempre Lucas Vázquez, canterano del Real Madrid”.
Con este adiós conmovedor se cierra uno de los capítulos más discretos y significativos en la historia del club merengue. Lucas Vázquez, sin alardes ni escándalos, construyó una carrera basada en el esfuerzo, la entrega y la fidelidad.