La UEFA volvió a lanzar un mensaje contundente contra el amaño de partidos al anunciar una sanción ejemplar contra Arsenal Tivat, equipo de la primera división de Montenegro. El organismo rector del futbol europeo determinó una suspensión de 10 temporadas, de todas sus competencias internacionales, además de imponer una multa de 500 mil euros por alterar la integridad de encuentros oficiales.
La investigación se centró en los partidos de la primera ronda clasificatoria de la UEFA Conference League 2023, cuando Arsenal Tivat enfrentó al club armenio Alashkert. En el primer duelo, disputado en territorio armenio, el marcador terminó empatado 1-1; sin embargo, el escándalo estalló tras la derrota por 6-1 en casa del conjunto montenegrino, con dos goles recibidos en tiempo de compensación, lo que generó sospechas de manipulación.
Sanción histórica para Arsenal Tivat: diez años fuera de Europa
La sanción contra Arsenal Tivat igualó el castigo más severo impuesto hasta ahora por la UEFA en un caso de amaño: el que recibió en 2017 el campeón albanés Skënderbeu, también por una década. La exclusión del club montenegrino permanecerá vigente hasta el final de la temporada 2034-35.
A pesar de no ofrecer detalles específicos sobre el modo en que se comprometió la integridad de los encuentros, el organismo fue tajante en su decisión. Tampoco reveló las posibles conexiones con redes de apuestas, aunque se asumió que la diferencia de goles en el partido de vuelta, y el comportamiento del equipo, fueron elementos clave en la investigación.
Sanciones individuales de por vida para Arsenal Tivat
Además del castigo al club, la UEFA actuó con firmeza contra varios protagonistas del escándalo. El director deportivo de Arsenal Tivat, Ranko Krgovic, y el jugador Nikola Celebic recibieron prohibiciones de por vida para participar en cualquier actividad relacionada con el futbol bajo jurisdicción del ente.
A ellos se sumaron tres elementos del club: Cetko Manojlovic, Dusan Puletic y Radule Zivkovic, quienes fueron sancionados con 10 años de inhabilitación. Estas duras medidas reflejaron la gravedad con la que la institución del Viejo Continente evalúa los delitos que atentan contra la integridad deportiva.
El caso no se limitó a Montenegro. También fueron castigados dos directivos del club serbio Radnicki Obrenovac. Milan Vignjevic fue suspendido por 10 años; mientras, Goran Janjusevic recibió una sanción de seis años. Además, otra persona implicada, Christos Psomiadis, fue vetada por ocho años.
La UEFA indicó que solicitará a la FIFA la extensión global de todas las sanciones, lo que impediría que los involucrados trabajen en el balompié profesional en cualquier parte del mundo. Esta coordinación interinstitucional busca evitar que los castigados encuentren refugio en otras federaciones fuera del alcance europeo.
Este nuevo escándalo recordó otros casos de corrupción deportiva en el futbol europeo. En 2009, la UEFA impuso una sanción de ocho años a Pobeda de Macedonia por amañar partidos de clasificación a la Champions League; en el caso de Skënderbeu, la investigación reveló alteraciones de partidos tanto en Champions como en Europa League.
A medida que las apuestas deportivas continúan creciendo en volumen e influencia, los riesgos de manipulación también se elevan. En este contexto, la UEFA intensificó su sistema de monitoreo y sus colaboraciones con agencias internacionales para detectar movimientos anómalos en tiempo real.
Arsenal Tivat, que había logrado clasificar por mérito deportivo, ve ahora truncado su crecimiento y enfrentará serias dificultades para atraer inversión, patrocinio y talento.



