El Apertura 2025 representa un desafío mayúsculo para André Jardine, entrenador del América, quien enfrentará el torneo con una plantilla que, hasta ahora, no ha recibido refuerzos de alto perfil, a diferencia de otros clubes de la Liga MX como Tigres, Monterrey o Cruz Azul.
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Jardine busca liderar nuevamente el proyecto a un campeonato de Liga MX
La directiva azulcrema ha optado por un cambio estructural en su modelo de fichajes: cederle a Jardine el control directo sobre las incorporaciones. Según reportes, el brasileño ahora tiene la última palabra sobre qué jugadores llegan al equipo, con base en una lista de perfiles elaborada por el área de inteligencia deportiva.
Esta decisión llega en un contexto de preocupación entre la afición, ya que América no ha anunciado alguna bomba, como pretenden muchos americanistas, mientras otros equipos se han reforzado con figuras internacionales.
En contraste, los únicos nombres que han reforzado al equipo son el regreso de Igor Lichnovksy y Ralph Orquin, además de los fichajes de Alexis Gutiérrez, Isaías Violante y Raúl Zúñiga.
Jardine, quien ha ganado seis títulos en dos años con las Águilas, ahora no solo será responsable del rendimiento táctico, sino también de la construcción estratégica del plantel. Su capacidad para detectar talento y potenciarlo será clave para mantener al América en la élite del fútbol mexicano.
Con la presión de la afición, la exigencia de resultados inmediatos y un mercado austero, Jardine se convierte en el eje del proyecto azulcrema. El éxito o fracaso del América en este torneo dependerá, más que nunca, de su visión y liderazgo.
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