La Ley Silla, actualizada en 2025, es una normativa laboral que garantiza el derecho de los trabajadores a disponer de un asiento adecuado durante su jornada laboral, siempre que la naturaleza de sus funciones lo permita. Esta ley busca proteger la salud física y el bienestar de los empleados, especialmente aquellos que realizan labores prolongadas de pie.
La ley obliga a los empleadores a:
- Proveer sillas ergonómicas o adecuadas.
- Permitir pausas para descanso cuando no sea posible sentarse durante el trabajo.
- Promover condiciones laborales más humanas y saludables.
¿En qué trabajos NO es válida esta prestación y por qué?
La Ley Silla no aplica en ciertos trabajos donde el uso de una silla podría interferir con la seguridad, eficiencia o naturaleza del trabajo. Algunos ejemplos incluyen:
Trabajos que requieren estar de pie por función
- Cirujanos, odontólogos, profesores en aula, cocineros.
- En estos casos, estar de pie es parte esencial del desempeño profesional.
Trabajos con movimiento constante
- Reponedores, meseros, personal de limpieza, trabajadores de bodega.
- El desplazamiento continuo hace inviable el uso de una silla fija.
Espacios reducidos o condiciones de riesgo
- Líneas de producción, laboratorios, zonas industriales.
- El uso de sillas podría representar un peligro o entorpecer el trabajo.
¿Qué dice la ley en estos casos?
Aunque no se exige una silla en estos trabajos, la ley establece que los empleadores deben:
- Garantizar pausas activas o descansos programados.
- Proveer condiciones ergonómicas adecuadas.
- Evitar jornadas prolongadas de pie sin descanso.