Compañeros en el América y la Selección Mexicana, Carlos Hermosillo considera a Javier Aguirre casi como un hermano mayor, dado su lado bromista pero también por su faceta furiosa.
Su relación fue más allá antes del Mundial de 2010, pues Hermosillo llevó al Vasco a Los Pinos cuando el entonces presidente Felipe Calderón buscó a Aguirre para pedirle que rescatara al Tri, que había puesto en peligro su boleto a aquella Copa del Mundo.
“A Javier no me lo imaginaba como entrenador, pero tiene todo el perfil. Yo era muy joven. Siempre fue un gran compañero, pero no lo quisieras ver enojado, también era muy exigente. Enojado te decía de todo, la más chiquita era un insulto a tu madre”, recordó Hermosillo en charla con Alberto Lati.
“Era muy gritón en la cancha, muy metedor. Javier Aguirre, mis respetos, no se arrugaba con nada, era muy parecido a Beto Aspe: gritón, exigente, predicando con el ejemplo. Javier merece todos mis respetos”.
Ambos fueron compañeros en el Tricolor de México 86. El ‘Vasco’ en su momento estelar con 27 años de edad y Hermosillo apenas un joven de 21.
“A mí me decía: ‘Chamaco, aquí se viene a meter’, pero eso me enseñó a ser un cuate ganador, con liderazgo. Me acuerdo que un día me caí después de que me meten un faul, y Javier me da una patada con unos tacos de seis en la cabeza. Volteo a verlo y me dice: ‘Párese, chamaco de mierda’”, contó Hermosillo.
‘DICE EL PRESIDENTE QUE TE QUEDES AFUERA’
En febrero de 2009, Javier Aguirre recibió un duro golpe en su carrera cuando Atlético de Madrid cortó su proceso de tres años con el club. Pero lejos de relajarse o un tomar un periodo de descanso, el ‘Vasco’ recibió una invitación, no por parte de la Federación Mexicana de Futbol, sino del entonces presidente de México, Felipe Calderón.
Calderón pidió a Aguirre volver al Tri para cumplir una segunda etapa y meter al equipo al Mundial de Sudáfrica 2010. Carlos Hermosillo, entonces director de la Conade, fue quien sirvió de puente para que el Vasco aceptara la petición del presidente.
“Recuerdo que en su momento Javier me decía que mi lugar no estaba en la política y él había dicho que a la Selección ya no la iba a dirigir. Para el Mundial 2010, el presidente (Felipe) Calderón le habló y le dijo: ‘Quiero que estés en la Selección’, y le pregunté: ‘¿Por qué no le dijiste que no?’”, relató Hermosillo.
“Yo fui a recoger a Javier al aeropuerto y lo llevé a Los Pinos, no supe qué pasó hasta después. Cuando llegamos a Los Pinos, Javier me dijo: ‘Me dice el presiente que te quedes afuera’. Cuando salió no le pregunté nada, en el regreso platicamos, lo dejé en el hotel y me fui a la Conade. Ya después me enteré que le habían dicho que necesitaban que viniera a la Selección Mexicana”.
‘AL FIN EL QUE VA A JUGAR ES HUGO’
Relajado, cercano a sus compañeros y entrenadores, Aguirre ha dejado varias anécdotas para el recuerdo. Hermosillo, quien lo considera su amigo, es dueño de varias de ellas, como una previo al Mundial del ‘86.
“Luis Flores y yo siempre nos quedábamos a practicar remates a gol en la Selección. Un día pasa Javier Aguirre, le habían salido unas ampollas y estaba sentado con Bora a mitad de cancha, y de repente nos grita: ‘¡Sigan entrenando, al fin el que va a jugar es Hugo!’ Y era la verdad (risas). Siempre le decíamos que tenía cara de perro, pero es una extraordinaria persona”.
