El Chelsea coronó una noche memorable en Breslavia con un contundente 1-4 sobre el Real Betis, sellando así su primer título de UEFA Conference League, con una actuación implacable en el segundo tiempo. El último golpe llegó al minuto 91, cuando Moisés Caicedo, con temple y precisión, cerró la goleada con un disparo raso desde fuera del área, imposible para el portero verdiblanco.
Ya con el Betis completamente vencido anímicamente tras una segunda mitad devastadora, el ecuatoriano aprovechó una recuperación en el medio campo, condujo con decisión y encontró el espacio suficiente para sentenciar el partido con un remate seco, que significó el cuarto tanto y la confirmación definitiva de la superioridad londinense.
El equipo andaluz, que se había adelantado tempranamente con el gol de Abde Ezzalzouli, tras una asistencia magistral de Isco, no logró mantener la ventaja.
El Chelsea reaccionó con fuerza, liderado por un Cole Palmer eléctrico, quien asistió en los dos primeros goles y desequilibró constantemente por la banda derecha. Luego vino el tanto de Jadon Sancho al 83′, una contra perfecta que destrozó la última esperanza bética, antes del cierre final de Caicedo, quien puso la cereza en el pastel para un Chelsea que cerró la temporada con un nuevo trofeo continental, completando la triple corona de UEFA: Conference, Champions y Europa League.
Para el Betis, fue una experiencia histórica pero dolorosa: su primera Final europea acabó en derrota, a pesar del prometedor inicio. El equipo sevillano luchó con intensidad, pero la calidad y profundidad del banquillo inglés marcaron la diferencia en los momentos decisivos.
Mientras tanto, el Chelsea añadió un nuevo logro a su ya extenso palmarés internacional, demostrando que, incluso en una temporada irregular en la Premier League, su ADN competitivo en Europa sigue más vigente que nunca. El 1-4 en Polonia quedará como una noche inolvidable para los Blues.