El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, de 82 años, fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer de próstata con metástasis ósea, según un comunicado emitido por su oficina este domingo.
El diagnóstico se produjo tras la detección de un nódulo prostático durante un examen médico la semana pasada, motivado por un aumento de síntomas urinarios. El cáncer, clasificado con una puntuación de Gleason de 9 (Grupo 5), es considerado de alta agresividad, aunque sensible a las hormonas, lo que permite un tratamiento eficaz. Biden y su familia están evaluando opciones de tratamiento con sus médicos.
Barack Obama y Donald Trump se pronuncian por cáncer de Joe Biden
El expresidente Barack Obama, quien tuvo a Biden como vicepresidente durante sus dos mandatos (2009-2017), expresó su apoyo a través de un mensaje en X: “Michelle y yo estamos pensando en toda la familia Biden. Nadie ha hecho más por encontrar tratamientos innovadores para el cáncer en todas sus formas que Joe, y estoy seguro de que enfrentará este desafío con su característica determinación y gracia. Oramos por una recuperación rápida y completa”.
Por su parte, el presidente Donald Trump, rival político de Biden, también reaccionó al diagnóstico. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, escribió: “Melania y yo estamos tristes al enterarnos del reciente diagnóstico médico de Joe Biden. Expresamos nuestros mejores deseos a Jill y a la familia, y le deseamos a Joe una pronta y exitosa recuperación”. El mensaje de Trump se da en un contexto de fuerte rivalidad política, marcada por las elecciones de 2020 y la campaña de 2024, donde Biden abandonó su candidatura tras cuestionamientos sobre su salud.
La noticia ha unido al espectro político estadounidense en mensajes de apoyo, con figuras como la exvicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Estado, Marco Rubio, también expresando sus deseos de recuperación. Biden, quien dejó la Casa Blanca en enero de 2025 como el presidente de mayor edad en el cargo, enfrenta este nuevo desafío de salud tras una trayectoria marcada por pruebas personales, incluida la pérdida de su hijo Beau por cáncer cerebral en 2015.