La Fórmula 1 es un entorno donde la presión, las expectativas y los cambios abruptos son moneda corriente; sobre todo para los pilotos novatos. Así lo dejó en claro Oliver Bearman, quien se pronunció tras la decisión del equipo Alpine de reemplazar a Jack Doohan por Franco Colapinto a partir del Gran Premio de Emilia Romaña. El piloto británico consideró que su colega australiano fue tratado “muy injustamente” y que la presión sobre los nuevos talentos está alcanzando niveles preocupantes.
Un cambio repentino en Alpine: Sale Doohan entre Colapinto
Alpine sorprendió al anunciar que Franco Colapinto tomará el lugar de Jack Doohan en la alineación para al menos los próximos cinco grandes premios. Esta decisión llegó tras una serie de actuaciones irregulares por parte de Doohan, incluida una colisión durante la FP2 del Gran Premio de Japón.
Sin embargo, Oliver Bearman, quien también debutó como novato esta temporada, consideró que el entorno y las condiciones que enfrentó Doohan fueron particularmente desafiantes y no representaron un escenario justo para su desarrollo profesional.
“Creo que es muy difícil en esa situación tener la presión encima desde la primera carrera. Me imagino que es una situación horrible y siento que lo trataron muy injustamente”, comentó Bearman desde el paddock en Imola.
Condiciones adversas para los pilotos novatos, la crítica de Oliver Bearman
Bearman explicó que los primeros grandes premios del año suelen ser los más complicados para los pilotos sin experiencia previa en F1, particularmente por tratarse de circuitos nuevos y por la presencia de fines de semana sprint, donde el tiempo en pista es más limitado.
“Hemos ido a, creo, cuatro de seis circuitos que eran nuevos para nosotros como novatos. Y antes incluso de que llegue a la temporada europea, donde son los circuitos que conoce, ya lo han echado del coche”, lamentó.
Este escenario, para Bearman, demuestra la dificultad de competir en igualdad de condiciones cuando las oportunidades son tan limitadas y el margen de error es prácticamente inexistente.
Consultado sobre si los debuts de otros jóvenes como Liam Lawson o el propio Colapinto (con Williams en el pasado) elevan las expectativas de forma injusta; Bearman fue claro: cada situación es diferente.
Recordó su debut con Ferrari en Arabia Saudita, un auto más competitivo y permisivo con los errores en comparación con los monoplazas de mitad o final de parrilla.
“Debuté con un Ferrari y es innegable que los coches que están más arriba en la parrilla son más fáciles de conducir. La plataforma aerodinámica es más robusta, menos propensa a errores; me estoy dando cuenta de que, a pesar de tener mucha más experiencia, soy más propenso a cometer errores que el año pasado en una carrera. Así que creo que es difícil para él, pero no son circunstancias comparables”, explicó.

Aunque Colapinto fue confirmado solo para cinco carreras, Bearman advirtió que imponer este tipo de plazos cortos solo aumenta la presión y dificulta el crecimiento de los pilotos.
“De nuevo, es mucha presión; creo que esta tendencia de echar a la gente de inmediato es un poco dura. Especialmente para un novato, alguien con poca experiencia, seis carreras es una tarea demasiado difícil. Al menos, esa es mi impresión”, finalizó.
La crítica de Bearman es una advertencia sobre un sistema que puede estar dejando de lado el desarrollo de talento en favor de resultados inmediatos. El tiempo dirá si Colapinto logra consolidarse bajo esta presión o si se repetirá un ciclo de altas expectativas y poco margen de error que podría afectar a futuras generaciones de pilotos en la Fórmula 1.




