Durante su más reciente presentación en el Palacio de los Deportes en Ciudad de México, el cantante argentino Paulo Londra vivió un momento especial que se volvió viral entre los fanáticos del futbol y la música. En medio de su espectáculo, el artista recibió una playera del Cruz Azul, misma que no dudó en mostrar ante miles de asistentes que celebraron el gesto con entusiasmo.
La camiseta, personalizada con el número 23 y la leyenda ‘Lyrics’, uno de los seudónimos más populares del intérprete, fue lanzada desde el público por un fanático que grabó el momento exacto en que Londra la tomó; incluso, posó con ella sobre el escenario. El número 23 tiene un valor personal para el argentino, quien lo ha utilizado como alias en videojuegos como Fortnite y lo asocia con su afición al basquetbol, especialmente con figuras como Michael Jordan y LeBron James.
Un guiño al futbol mexicano y al Cruz Azul semifinalista
Este inesperado gesto llega en un momento clave para Cruz Azul, que actualmente disputa las semifinales del Clausura 2025 de la Liga MX frente a su acérrimo rival, el tricampeón América. La serie representa uno de los clásicos más intensos, y el respaldo mediático o simbólico de una figura internacional como Paulo Londra suma un componente de visibilidad cultural adicional a la contienda.
El momento en el que Londra recibió la camiseta quedó registrado por múltiples asistentes al concierto, y en cuestión de horas se difundió en redes sociales, donde aficionados celestes celebraron el hecho como una señal de apoyo inesperado pero bien recibido.
Paulo Londra, reconocido por éxitos como “Tal vez”, “Nena Maldición” y “Ramen para dos”, forjó una sólida base de seguidores en México, donde sus conciertos suelen agotar entradas. Su simpatía con el público mexicano quedó nuevamente evidenciada durante esta presentación, no solo por su interacción constante, también por mostrar cercanía a las tradiciones locales, como el futbol.
Aunque el artista no ha declarado públicamente su afición a algún equipo mexicano, el hecho de portar la camiseta de Cruz Azul en un momento tan relevante para la institución genera especulación y entusiasmo entre los aficionados; además, reforzó la relación entre la música urbana y el deporte, dos mundos que a menudo convergen en íconos compartidos y gestos simbólicos como este.


