La Federación Internacional del Automóvil (FIA) realizó cambios importantes en su reglamento, específicamente en el Apéndice B del Código Deportivo Internacional, suavizando las sanciones relacionadas con el uso de lenguaje ofensivo, grosero o insultante por parte de los pilotos durante las competiciones. Esta medida respondió a múltiples críticas por parte de la comunidad del automovilismo, que consideraban excesivas las multas y falta de claridad en la aplicación de las normas.
La actualización incluyó una reducción de la multa base por mala conducta, que pasa de 10 mil a 5 mil euros, además de permitir que las sanciones puedan ser aplicadas en suspenso para los infractores por primera vez. De acuerdo con el nuevo marco, los comisarios podrán evaluar circunstancias atenuantes, como el contexto emocional de los pilotos o la naturaleza no controlada de ciertas situaciones, como mensajes de radio durante la carrera.
Mensajes de radio y entrevistas, bajo evaluación diferenciada en la FIA
El cambio clave del reglamento radica en la diferenciación entre entornos controlados y no controlados. Según la FIA, los entornos controlados incluyen conferencias de prensa y entrevistas oficiales; mientras, los comentarios realizados durante la carrera, como los emitidos por radio a los equipos, serán tratados con mayor tolerancia, dado que ocurren en momentos de tensión competitiva.
Este ajuste surge tras el caso del piloto Adrien Fourmaux, multado por un improperio durante una entrevista en el Rally de Suecia, lo cual generó apoyo masivo por parte de sus colegas del Campeonato Mundial de Rallys. También se consideró el episodio del piloto de Fórmula E Dan Ticktum, cuyo mensaje de radio con groserías en el E-Prix de Yeda no fue sancionado, generando cuestionamientos sobre la coherencia en la aplicación de las reglas.
El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, expresó que la medida busca mantener el espíritu deportivo sin perder el equilibrio con la realidad emocional de las competencias:
“Como antiguo piloto de rallies, conozco de primera mano la gama de emociones que se afrontan durante la competición. Las mejoras anunciadas hoy garantizan que promovamos la deportividad mientras damos a los comisarios herramientas eficaces para sancionar de forma justa”.
A finales de 2024, la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) trasladó su hartazgo por las multas económicas que le aplicaron a los pilotos de Fórmula 1 por pronunciar groserías, tanto en los team radio como en las conferencias de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
El presidente de los comisarios de la F1, Garry Connelly, respaldó las nuevas directrices y señaló que la actualización del Apéndice B proporciona mayor claridad y flexibilidad:
“Me complace que los comisarios tengan plena discreción para considerar factores atenuantes y garantizar que la sanción sea justa y adaptada a cada situación”.
Este nuevo enfoque reflejó el deseo de la FIA de mantener el automovilismo accesible, inclusivo y atractivo para públicos de todas las edades, al mismo tiempo que reconoce la naturaleza emocional e intensa de las competencias de alto nivel.
En 2024,Max Verstappen fue castigado con servicios comunitarios por la FIA tras decir groserías en la rueda de prensa de Singapur; después, Charles Leclerc fue multado con10 MIL euros por insultar en la cumbre con los medios, posterior a la carrera al Gran Premio de México, aunque la mitad de esa sanción fue suspendida por 12 meses, bajo la condición de que no hubiera reincidencia.
En resumen, estas modificaciones representan un paso hacia un equilibrio entre regulación y comprensión contextual, permitiendo que los pilotos expresen sus emociones sin temor a sanciones desproporcionadas, pero dejando claro que ciertos límites no pueden cruzarse.
