El Espanyol femenil calificó de “inaceptable” el tocamiento que recibió la jugadora colombiana Daniela Caracas por parte de la futbolista del Barcelona María Pilar ‘Mapi’ León durante en el derbi, disputado en la Ciudad Deportiva Dani Jarque.
¿POR QUÉ EL ESPANYOL SEÑLÓ A MAPI LEÓN?
La jugadora azulgrana, durante una jugada del encuentro en el minuto 15, realizó, según el club periquito, “un gesto que vulnera la intimidad” de la colombiana Daniela Caracas.
En las imágenes del partido se vio cómo Mapi León tocó las partes íntimas de la blanquiazul con la mano derecha; después, la blaugrana pareció decirle algo a su rival, una provocación que no tuvo respuesta alguna en el campo.
El Espanyol explicó que su futbolista no reaccionó en ese momento “a causa del impacto que le causó la situación”. De todos modos, la entidad añadió que sí tomó “conciencia de la gravedad del gesto” y controló su reacción para evitar una sanción.
El club blanquiazul puso a disposición de Daniela Caracas toda la ayuda de los servicios jurídicos en el caso de que la jugadora colombiana desee realizar algún movimiento adicional.
El Espanyol condenó, en su comunicado, “cualquier forma de violencia, ya sea física o verbal”.
EL COMUNICADO ÍNTEGRO DEL ESPANYOL POR LOS TOCAMIENTOS DE MAPI LEÓN A DANI CARACAS
Desde el RCD Espanyol de Barcelona, queremos mostrar nuestro total descontento y condena a unos hechos que tuvieron lugar el pasado domingo, durante el derbi disputado en la CE Dani Jarque entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona. Se trata de una acción que consideramos inaceptable y que no debe pasar desapercibida.
En una jugada del encuentro, la jugadora del FC Barcelona, María Pilar León, en medio de un forcejeo con nuestra futbolista, Daniela Caracas, realizó un gesto que vulnera la intimidad de nuestra jugadora. Si bien Caracas, en el momento, no pudo reaccionar a causa del impacto que le causó la situación; posteriormente, al asimilar lo sucedido, tomó conciencia de la gravedad del gesto, pero optó por no reaccionar airadamente para evitar una sanción disciplinaria y perjudicar al equipo.
A lo sucedido en el terreno de juego se suma la lamentable reacción en redes sociales, donde nuestra jugadora ha sido objeto de insultos por parte de centenares de perfiles. Nos preocupa que, en lugar de centrarse en el acto en sí, parte de la atención mediática se haya desviado hacia otras cuestiones ajenas a la gravedad de la acción.