En agosto del 2005, hace casi 20 años, el huracán Katrina de categoría 5 afectó a Nueva Orleans. Cerca de 2 mil personas perdieron la vida, convirtiéndolo en el huracán más mortífero en Estados Unidos.
Carlos Valladares, Amber Cash y Miss Otter recordaron su experiencia durante y después de este complicado momento como residentes de Nueva Orleans, la ciudad sede del Super Bowl LIX entre Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs.
“Soy de Guatemala, del norte de la ciudad. Tengo de estar en Nueva Orleans como 38 años más o menos; la destrucción que ocurrió en Nueva Orleans fue de tal nivel y tal grado que me enseñó la falta de muchas cosas: Falta de alimentación, electricidad, servicios normales y básicos", apuntó Carlos Valladares.
El huracán Katrina impactó en la costa de Luisiana el 29 de agosto de 2005; tocó tierra como tormenta categoría 3, con vientos que alcanzaron velocidades de hasta 193 kilómetros por hora, escenas que dieron la vuelta al mundo e impactaron por las cientos de historias de supervivencia o drama en cuanto se pudo acudir a la zona devastada.
Además,el Caesars Superdome sirvió como refugio para miles de personas para aquellos que sobrevivieron a una herida que aún duele en los Estados Unidos.

“Estaba llena de dolor, estaba en duelo; fui muy afortunada porque mi casa estaba por arriba del suelo, no se inundó, pero la pérdida de vidas fue devastadora. Mi corazón se rompió por Nueva Orleans”, agregó Miss Otter.
Durante el huracán Katrina salieron a la luz diversos problemas en la infraestructura de la ciudad para la contención de este tipo de desastres, ya que fallaron hasta 50 diques y causó un número desproporcionado de víctimas; sobre todo en Lower Ninth Ward, donde aún se sigue trabajando para recuperar a quienes lo perdieron todo hace casi dos décadas.
“Bay St. Louis, Ocean Springs, dos de esos lugares se derrumbaron muy fuerte. La mitad de Mississippi se derrumbó; luego, muchos lugares en la costa del sur de Alabama. Tres años atrás aún había personas que no tenían las reparaciones en sus casas; entonces, Katrina fue un evento mucho más grande que solo Nueva Orleans”, relató Amber Cash.
Fue así como Nueva Orleans, y zonas aledañas costeras, presentó un daño tan grave que su población se redujo a la mitad un año después del fenómeno natural (Data Center Research); incluso, se calculó que cerca de 400 mil habitantes fueron desplazados de manera permanente a causa de la tormenta.
“Y dejaron notas, tratando de romper las partes metálicas que dejaron selladas en las puertas y las ventanas, sabiendo que iban a morir ahogados. Fue muy duro estar en esos lugares, ver que ellos (víctimas) dejaron notas diciendo: nos dejaron aquí encerrados y vamos a morir...
“Lo más importante es tu bienestar emocional y mental. Si tú tienes eso puedes hacer lo demás; si tú tienes dinero, materiales y lo que quieras, y no tienes eso (bienestar), de nada te sirve”, la última reflexión de Carlos Valladares, en un Nueva Orleans que ahora vuelve a sonreír y Caesars Superdome será el escenario de esa alegría para una localidad que aún tiene cicatrices por curar.



