El portero uruguayo Sebastián Sosa, exjugador de Pumas, pagó una fianza de 50 millones de pesos (58.307 dólares o 965,389.58 pesos mexicanos, al tipo de cambio actual), y quedó en libertad hasta que se celebre el juicio por el abuso sexual presuntamente cometido el 3 de marzo por cuatro futbolistas de Vélez Sarsfield.
El guardameta de 37 años será juzgado como partícipe secundario, motivo por el cual podrá regresar a su domicilio en Buenos Aires tras pagar su caución, aunque tiene prohibido abandonar el país y deberá presentarse cada 15 días en una dependencia policial.
Los otros tres futbolistas acusados (el defensa Braian Cufré, el paraguayo José Florentín y el delantero Abiel Osorio) permanecerán bajo arresto domiciliario en la localidad norteña de Tucumán, donde se registraron los hechos y donde tendrá lugar el juicio, por un plazo de 90 días hasta el comienzo de éste.
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Además, tendrán que abonar una fianza para poseer una residencia en la región, y los tres deberán usar una tobillera eléctrica y pagar una indemnización ecuánime a la del arquero, según el medio local La Gaceta.
La fiscal María Eugenia Posse estableció que Cufré y Florentín serán imputados por abuso sexual agravado por la participación de varias personas; mientras, Osorio lo será por abuso sexual con acceso carnal.
El 18 de marzo, el club Vélez Sarsfield suspendió el contrato de trabajo de los cuatro futbolistas, además de anunciar “el inicio de un sumario interno para que, a la máxima brevedad, se determinen las medidas definitivas a tomar respecto de los cuatro jugadores”.
¿CUÁNDO SE DIERON LOS HECHOS POR LOS QUE SON ACUSADOS LOS JUGADORES DE VÉLEZ?
Los hechos presuntamente ocurrieron cuando el equipo se encontraba en la localidad del noroeste argentino para la disputa de un partido de Copa de la Liga ante el Atlético Tucumán.
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Sebastián Sosa y la mujer se habían conocido en la zona mixta del estadio y, tras una serie de mensajes intercambiados en la red social Instagram, ella acudió al hotel Hilton a la medianoche tras el duelo ante el Decano, que terminó 0-0.
Poco después, se sumaron Osorio, Cufré y Florentín, con quienes compartieron unas latas de cerveza y unos tragos de Fernet; tras ello, la joven comenzó a sentirse mareada y se recostó en una de las camas.
Según la denunciante, a partir de ese momento ocurrió el abuso y, pasadas unas horas, cuando pudo recuperarse, salió de la habitación y pidió un vehículo mediante aplicación para retornar a su domicilio.
Tres días después, la joven acudió a la Policía local para hacer la denuncia y entregó la ropa que utilizó esa noche para su análisis.
Vélez reiteró “su más profunda preocupación por los hechos denunciados” por ser “claramente contrarios a los principios y valores” de la institución.
Con información de agencias y FOX Sports Digital
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