Ana Carmona, la mujer que se disfrazó de hombre para jugar futbol

‘Veleta’ es considerada como la primera mujer futbolista, pero tuvo que lidiar con represalias.

¿Cuántas veces se ha escuchado la frase “el futbol no es para mujeres”? Si en pleno 2024 aún suenan estás palabras, en la década de los 20′s ni se diga. El futbol en los inicios del siglo XX era considerado solo para hombres, pero a la española Ana Carmona Ruíz no le importó e hizo todo para poder practicarlo, incluso ‘cambiar’ su identidad.

LA DICTADURA ESPAÑOLA NO LA DEJÓ JUGAR FUTBOL

Veleta’, como fue apodada, nació en Málaga, España, y mostró su pasión por el futbol desde niña, y a su corta edad tuvo que lidiar con las barreras, pues su padre quería alejarla de su afición por este deporte al estar prohibido para las mujeres como orden del dictador Miguel Primo de Rivera, por ello la mandó con sus tíos para que dejara de ver a los ingleses que jugaban en una plaza cerca de su casa.

Su tía jugó un rol importante, pues lejos de alejarla, incentivó sus ganas y la invitó a acercarse al sacerdote Francisco Míguez Fernández, quien fue fundador del equipo Sporting de Málaga. Míguez aprobó que Ana entrenara con el equipo, pero esto le costó ser arrestada a corta edad por “alterar el orden público” por romper las reglas.

¡SE HIZO PASAR POR HOMBRE!

Huyendo de las represalias por simplemente entrenar futbol, llegó al club Vélez-Málaga para entrar a un equipo local. De acuerdo con el periodista Jesús Hurtado, estuvo como asistente del masajista, pero a partir de aquí, su vida daría un giro y en 1927 estaría a punto de cumplir su sueño, pero antes debía hacer un ‘sacrificio’.

Al hacerse amiga de algunos jugadores, les contó su anhelo de jugar futbol y lejos de juzgarla la apoyaron para que pudiera hacerlo. Pero primero debía hacerse pasar por hombre, ocultando su largo cabello con gorras, camisetas anchas y pantalones para ocultar su figura y vendas para cubrir su pecho; así fue como Ana cumpliría su sueño, pero no por mucho tiempo.

EL FIN DEL SUEÑO Y REPRESALIAS

La Federación Sur y la Junta Local de Árbitros evitarían a toda costa que las mujeres se involucraran en el futbol y aumentaron la seguridad para alejarlas, motivo por el que ‘Veleta’ tuvo que retirarse en 1929 pese a ser la estrella del equipo y ser considerada un ‘10′ natural tras tres temporadas.

Durante su paso como jugadora sus rivales la denunciaron en diferentes ocasiones. Las autoridades y aficionados conservadores no la perdonarían y más de una vez fue arrestada, golpeada y rapada.

Ana nunca pudo ser libre, pero sin darse cuenta luchó contra el machismo para que hoy varias mujeres puedan serlo. Hoy es reconocida como la primera mujer futbolista en la historia.