El senador y exfutbolista Romario de Souza Faria, campeón mundial con Brasil en Estados Unidos 1994, contrató a su hijo Romarinho como nuevo refuerzo del América, club de la segunda división de Río de Janeiro que preside desde enero pasado.
“Bienvenido Romarinho”, anunció este jueves el América en sus redes sociales al confirmar el fichaje de Romarinho de Souza Faria Filho, el delantero brasileño de 30 años que nació en España cuando su padre jugaba para el Barcelona.
Romario cumplió el deseo de su padre a través de su hijo
De acuerdo con el conjunto carioca, la contratación le permitirá al atacante cumplir la promesa que le hizo a su abuelo, Edevair de Souza Faria, de un día vestir la camisa roja del América, el club de corazón del padre de Romario y del propio campeón mundial.
“Podrás cumplir tu promesa. Tu abuelo Edevair está haciendo una fiesta en el cielo. Llegó la hora. Vamos juntos que el América es tu casa”, afirmó en un mensaje en sus redes sociales el club de Río de Janeiro, que se prepara para disputar el Campeonato Carioca de segunda división.
El América disputa actualmente en las categorías regionales de Río de Janeiro y desde hace varios años no participa en ninguna competición nacional, situación que Romario prometió revertir al ser elegido como presidente.
Romarinho, con largo recorrido por varios equipos
Romarinho también se refirió a su contratación en las redes sociales y dijo que llegó la hora de cumplir la promesa que le hizo a su abuelo hace 16 años, poco antes de que falleciera, de “vestir la camisa de corazón” del club de Edevair y de Romario.
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Pese a que nunca alcanzó la fama de su padre en las canchas, el América será el decimotercer club en la carrera de Romarinho, que durante seis años estuvo en las categorías juveniles del Vasco da Gama y se hizo profesional en el Brasiliense de la capital brasileña.
El delantero centro también ha pasado por los clubes brasileños Tupi, Figueirense, Maringá, Novo Hamburgo, Icasa, Blumenau, Atlético Catarinense y Joinville, así como por el Zweigen Kanazawa japonés y el Destroyers boliviano.
De EFE