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Franz Beckenbauer, el partido del siglo en México 70 y su mítico vendaje del hombro dislocado

El Kaiser dejó una de las estampas más importantes del futbol en el Estadio Azteca, en aquella semifinal contra Italia...

El nombre de Franz Beckenbauer está irremediablemente ligado a los éxitos y a la historia del Bayern Múnich y del futbol alemán, que marcó como jugador y como entrenador, también como funcionario.

La carrera de El Kaiser tiene memorables pasajes, entre copas y premios individuales, pero quedará en la memoria una mítica imagen que plasmó toda su trayectoria, y justamente se dio en el Mundial de México 1970, donde monstruos del balompié escribieron su nombre con letras de oro.

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Era junio 17 de 1970 y el Estadio Azteca, con más de 100 mil espectadores, fueron testigos del PARTIDO DEL SIGLO: Italia venció 4-3 en las semifinales a Alemania tras 120 minutos de intensidad.

El partido de la semifinal terminó 1-1, después de que la ‘azzurra’ tomó ventaja al minuto 8 vía Roberto Boninsegna; mientras, por los teutones, Karl-Heinz Schnellinger emparejó la situación.

Posteriormente, llegaron los mágicos 30 minutos de prórroga, donde se marcaron cinco goles en el añadido y se inmortalizó la enorme figura de Franz Beckenbauer, quien ni bien arrancó el tiempo extra y sufrió una fuerte entrada de otro histórico del futbol: Giacinto Facchetti lo derribó y el hombro derecho se lo lastimó.

Con su central y referente lesionado, una Alemania sin cambios recurrió a una decisión que ya no se podrá ver otra vez en un campo profesional de futbol: El Káiser decidió seguir y solo se improvisó un cabestrillo con un trapo que hacía la función de vendaje.

La solvencia que mostró Franz Beckenbauer, a pesar del evidente dolor y molestia, patentó la calidad de un central de otra época. Finalmente, Italia se impuso 4-3 y avanzó a la gran final del Mundial, donde se midió al Brasil de Pelé, Jairzinho, Rivelino y compañía.

A pesar de quedar fuera en la semifinal, el destino le tenía preparado otro momento cumbre: Franz Beckenbauer, con la cinta de capitán, levantó en casa la Copa del Mundial 1974.

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