Pocos le han podido dar vuelta a la página tras la derrota de Chivas en la Final del Clausura 2023, pues el amargo momento marcó de por vida a varios futbolistas de la escuadra rojiblanca, entre los que se encuentra Jesús Orozco Chiquete.
Y es que el defensa central del Guadalajara contó cómo pasó esas horas posteriores al tropiezo de su equipo en el partido más importante del torneo, mismo que incluso ganaban por marcador de 2-0 al medio tiempo.
Todo comenzó con el silbatazo final del árbitro César Arturo Ramos Palazuelos que dio pie a las celebraciones de Tigres en la cancha del Estadio Akron.
“No me lo creo, veo la repetición, veo los goles, veo 2-0, el primer tiempo cómo les presionamos, cómo estábamos jugando, todos nos morimos en la raya... Pero en el segundo tiempo el partido da un giro que no te explicas cómo, son de esas veces que ni tú mismo sabes qué pasó”, reveló Chiquete en el pódcast La Voz Rojiblanca.
“Muchas veces uno quiere culpar a esto a lo otro, pero yo creo que son cosas que tienen que pasar. Soy muy creyente de que el destino así lo quería porque yo veía a mis compañeros y jamás hubo relajación, jamás hubo exceso de confianza, al contrario, sabíamos que teníamos que estar más alarma, que teníamos que ir por otro gol”, agregó.
JESÚS OROZCO QUERÍA FESTEJAR EL TÍTULO DE CHIVAS CON SU HIJO RECIÉN NACIDO
Y es que Jesús Orozco quería dedicarle su primer campeonato en Liga BBVA MX a su bebé recién nacido, quien asistió al estadio para ser testigo del que habría sido el primer gran logro de su padre como futbolista profesional.
“Estaba llore y llore porque soy papá y habían sido meses difíciles para mí. Iniciando la temporada nace mi hijo y estaba en el hospital, internado, cirugías, un pedote... A ese partido había ido él, yo exclusivamente dije ‘quiero que vaya porque quiero que me vea campeón y quiero tomarme la foto con él (como) campeón’... Y fue cabrón”, confesó el futbolista de 21 años de edad.
“Se acaba el partido, llegamos todos al vestidor y todo en silencio. Yo fui el último que salí del vestidor. Yo me fui aparte, mi mamá me estaba esperando en los palcos. Ni me bañé ni nada, me fui así directo, no quise pasar por nada”, prosiguió en su relato.
“Me puse un gorro, me fui, llegué a mi departamento, me quedé viendo a la ventana, les dije (a mis familiares) que quería estar solo, que no quería que me hablaran y me acuerdo que me dormí como a las cinco de la mañana, nada más pensando y viendo los carros pasar. Dije ‘estuve tan cerca y se esfumó’... Dije ‘me lo quitaron, ¡¿pero cómo?!’ Buscaba y buscaba explicaciones y decía ‘no me la creo’ “, finalizó Jesús Orozco.
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