Una Final de Champions League empañada por la trágica noticia de la muerte de un periodista polaco en pleno partido. El pasado domingo, el comunicador Pawel Kotwica murió mientras jugaban los equipos Magdeburgo y Kielce por el cetro continental de balonmano, un partido cuyo resultado pasó a segundo plano por el lamentable suceso que sacudió a los mismos jugadores y entrenadores.
¿Qué le pasó al periodista Pawel Kotwica?
Este hombre, que murió a los 51 años en las gradas del estadio, era considerado como un referente en la información del handball, sus pares le guardaban profundo respeto por sus casi 30 años cubriendo la fuente, con un amplio currículum en la disciplina enfocado a la cobertura de los más prestigiosos torneos del balonmano, incluidos Juegos Olímpicos.
Kotwica sufrió un colapso en el minuto 48 del partido, mientras los polacos del Kielce iban ganando al Magdeburgo alemán (a la postre, campeones). Los árbitros detuvieron el partido. Los médicos auxiliaron al periodista en la tribuna, los colegas de la zona de prensa levantaron una cortina negra para tapar el cuerpo y fue trasladado de urgencia al hospital.
“Lamentamos la muerte de Pawel. Fue atendido durante la segunda parte del partido, pero desgraciadamente falleció. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia, amigos y allegados”, recitó el comunicado oficial de la Federación Europea de Balonmano, publicado al término de la Final.
Conmovedor gesto de equipos ante la muerte de Kotwica
Después de darse a conocer el trágico desenlace, medios europeos confirmaron que, en el transcurso de la Gran Final, el entrenador Bennet Wiegert del Magdeburgo se acercó a Talant Dujshebaev del Kielce y le propuso terminar el partido con el marcador que estaba en el tablero en ese momento. Eso significaba que el Kielce polaco se habría quedado con el título de la Champions League; sin embargo, la oferta fue rechazada.
“Te agradezco la propuesta, pero no reconocemos nuestra victoria. Sólo terminemos con dos equipos finalistas y que no haya ningún ganador”, fue la respuesta del equipo de Polonia, que a la postre perdería el partido ante el Magdeburgo.
El día antes de la Final, Pawel Kotwica compartió con sus lectores una foto de su asiento en la tribuna de prensa. “¡Por fin en casa!”, acompañó como epígrafe sin imaginar lo que sucedería en el duelo más importante de la temporada. En paz descanse.
