El Inter de Milán dejó escapar la opción de ganar la tercera UEFA Champions League de su historia al caer 1-0 ante el Manchester City en la Final del certamen disputada en el Estadio Olímpico de Ataturk, donde el gran villano de la noche fue el delantero belga Romelu Lukaku, quien erró la ocasión más clara de los italianos.
Fue a los 88 minutos, cuando el Inter ya caía en el choque producto del gol del español Rodrigo Hernández, que la pelota cruzó el área ciudadana, llegando a segundo palo para que el alemán Robin Gosens la recentrara a la ubicación de un solitario Lukaku, quien con el arco abierto solo atinó a cabecear a la zona donde estaba Ederson.
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El guardameta brasileño apenas recorrió sobre la línea para encontrarse la pelota y rechazarla con la pierna izquierda, todavía la bola quedó quemante a centímetros del arco, pero apareció oportuno el portugués Rubén Días para mandarla a tiro de esquina con un cabezazo que zumbó el palo derecho.
Incluso antes Romelu Lukaku ya había contenido un remate de cabeza de su compañero Federico Dimarco, quien había puesto el balón en el travesaño con un intento bombeado y en el rebote nuevamente se tiró de paloma para contrarrematar, pero su intento se estrelló en las piernas de Lukaku, quien no se enteró del intento.
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La fortuna no acompañó al Inter de Milán y los instantes finales se escurrieron, no sin antes hacer sufrir al City con un cabezazo en el último segundo que obligó a Ederson a tirarse una de sus atajadas más importantes en su trayectoria para negarle el empate al cuadro italiano.